A 40 años de la guerra, las islas Malvinas son hoy un pequeño poblado diverso y cosmopolita y, aunque miran a Londres, se sienten un país aparte. Según los datos del último censo, 3.203 personas viven en el archipiélago sin contar al personal militar asignado a la base de Monte Agradable.
Dicha base militar de la OTAN cuenta con más de 1.200 soldados de manera permanente y la mitad de ellos son nacidos en las islas y conocidos como kelpers. La otra mitad se reparte en partes iguales entre británicos y personas de otras 60 naciones.
Desde 1982 viven principalmente de la explotación petrolera, del turismo y de los más de 200 permisos de pesca que venden de manera anual y que llevaron a triplicar los ingresos del país.
En el 2013 realizaron un referéndum en el que el 99,8% de los votantes eligieron seguir formando parte del Territorio Británico de Ultramar, es decir, un país que delega en Londres su defensa y relaciones exteriores.
Criticaron a Gabriela Cerruti por un error sobre la Vigilia por Malvinas: "Es una falta de respeto"
A partir de ese argumento, los isleños abogan por el derecho a la autodeterminación. En los últimos años lograron evitar el impacto del Brexit y registraron solo 119 contagios y ninguna muerte por covid-19. Con escuelas gratuitas, los mejores estudiantes obtienen becas en universidades británicas y la mayoría retorna a sus hogares al cumplir con sus estudios.
En tanto, en la Argentina no hay ningún acercamiento con becas ni beneficios a los isleños a lo largo de los últimos 40 años y la cuestión Malvinas termina siendo, como cada 2 de abril, un capítulo más de nuestra etapa más oscura de la historia.