Rusia reivindicó la conquista de la pequeña localidad de Veseloie en la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, como muestra de la creciente presión de sus tropas.
Mientras que Kiev sigue pidiendo refuerzos a sus aliados occidentales, que el jueves lanzaron una coalición para facilitar la entrega de artillería a Kiev que admitió estar sufriendo escasez de municiones.
Al margen del Foro Económico Mundial en Davos, muchos altos funcionarios europeos participaron en un panel con el canciller ucraniano, Dmytro el Kuleba, su par británico, David Cameron y el presidente polaco, Andrzej Duda quien advirtió a Occidente que debe estar preparado para el largo plazo en su apoyo a Ucrania en la guerra contra Rusia.
Por su parte, Kuleba añadió que las reuniones de Davos son tranquilizadoras y que controlar los cielos es clave para la victoria de Ucrania.
El canciller ruso, Sergei Lavrov, afirmó que "quienes se niegan a negociar deben comprender que cuanto más esperen, más difícil será; no hay esperanzas de que Rusia sea derrotada".
Agregó que la ofensiva rusa contra Ucrania unió a la sociedad y contribuyó a que miles abandonaran el país en protesta al inicio de la ofensiva de Moscú.
