Frente al contexto inflacionario en el país, las universidades privadas, en comparación al año pasado, aumentaron la cuota: entre un 150% y un 225%.
Si bien su valor va a depender de la carrera que se estudie y la cantidad de materias que se realicen, actualmente ir a la facultad puede llegar a costar 500.000 pesos mensuales.
Sin embargo, algunas decidieron que la suba sea bimestral para que no impacte demasiado en el bolsillo.
Por momentos, estos saltos estaban por encima del índice interanual, lo que genera una preocupación en los alumnos y familias.
Por otra parte, es importante recalcar que los establecimientos notifican cada vez que se efectúa un cambio y son flexibles para evaluar las distintas situaciones personales en caso de no poder abonar.
Incluso, se puede llegar a solicitar algún tipo de beca o una asistencia financiera para que el estudiante pueda terminar sus estudios.