Si la idea es tomar té, mejor que sea sin leche porque la milenaria bebida pierde sus efectos beneficiosos sobre la salud si se la combina con el líquido lácteo.
Según un informe que acaba de publicar el European Heart Journal , al cortar el té con un poco de leche se eliminan las propiedades de la bebida más consumida en el mundo después del agua.
Los pigmentos presentes en el té protegen al corazón, al mejorar la capacidad de expansión y distensión de las arterias. Pero cuando las proteínas de la leche (caseínas) interactúan con esos pigmentos, reducen sus efectos positivos y anulan los beneficios que pueden tener para la salud, afirman en el informe los científicos y especialistas en cardiología del Hospital Charite de la Universidad de Berlín.
El hallazgo también puede tener importancia en relación con el cáncer: algunos estudios indican que el té puede contribuir a combatir los tumores.