El corazón de ellos se enferma más, pero el de ellas resiste menos. Y no se trata de una cuestión romántica, sino de una realidad vinculada al desconocimiento de un dato clave: la principal causa de muerte en las mujeres son las enfermedades cardiovasculares y no por cáncer ginecológico, como se suele creer. Arrastradas por esa ignorancia y el mito de que los males del corazón son un problema masculino, las damas acceden a los tratamientos en condiciones más desfavorables que los hombres (más ancianas y con un daño cardíaco mayor). Y mueren dos veces más que ellos en el intento por recuperarse. Al menos eso demuestra un flamante estudio realizado en la Fundación Favaloro entre 5 mil pacientes: al mes de una cirugía de bypass, la mortalidad femenina es del 6% en contra del 3% del hombre.
“Nuestro trabajo demuestra, entre otras cosas, que la mujer llega a la cirugía a una edad mayor que el hombre. En general, el promedio para ellas es de 65 años y el de ellos es de 60. Una diferencia muy significativa en esa etapa de la vida”, explicó Eduardo Gabe, el autor principal de la investigación.
Manos a la obra. “Este análisis hay que tomarlo con cuidado. Nosotros no estamos diciendo que la mujer no se debe operar, sino que tiene más riesgos. De hecho, en relación con 15 años atrás, se las está operando con un riesgo mucho menor. Lo importante es que lleguen cuanto antes a la cirugía y para eso se necesita crear conciencia de que el corazón también es un problema de ellas”, señaló Gabe.
"La principal causa de muerte en las mujeres son las enfermedades cardiovasculares y no por cáncer ginecológico, como se suele creer"
Tal es la preocupación por las cuestiones del corazón femenino, que la Fundación Favaloro decidió inaugurar un centro de la mujer, al igual que hace un año lo hizo el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires. Y el miércoles, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, la Fundación Cardiológica Argentina lanzará la Primera Encuesta Nacional sobre Factores de Riesgo y Enfermedad Cardíaca en la Mujer.
Los resultados obtenidos por Gabe y su equipo confirman los del estudio argentino Esmúsica, donde se había analizado a 3 mil pacientes coronarios. La diferencia es que en este caso, la muestra fue mayor y se empleó con más frecuencia una técnica de bypass de alta calidad que, para hacer el “puente” característico de esta cirugía, emplea la arteria mamaria, que tiene la particularidad de ser menos susceptible de taponamiento con placas de grasa que el resto de las arterias. “Esto les da un excelente pronóstico a largo plazo. Por eso ahora lo que estamos haciendo, además, es el seguimiento para saber qué pasó con aquellas que lograron superar los 30 días críticos posteriores a la cirugía. El problema lo tienen inmediatamente después de la operación, pero superada esa etapa, el pronóstico es muy similar al de los hombres”, aclaró Gabe.
Cuestión de género. No sólo llevan las de perder porque se considera que tienen menos problemas cardíacos que ellos, sino que, encima, los síntomas en la mujer son más difusos. Y suelen llegar al quirófano con diabetes y colesterol e hipertensión arterial más alta que los hombres. “Como el médico es más proclive a minimizarlos, tienen un menor acceso a las técnicas de diagnóstico y a las terapias y, por eso, el problema suele presentarse con una mayor frecuencia en forma de urgencia”, aseguró Gabe. Y agregó: “En nuestro centro, el 20% de las cirugías son de mujeres. Pero eso también tiene que ver con que se detectan menos. Cuando se hagan mejores campañas de prevención se va a descubrir la enfermedad en etapas tempranas, se van a hacer tratamientos más precoces y los resultados van a ser mejores”.
Cuánto saben las argentinas
Aprovechando el Día Internacional de la Mujer, este miércoles la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) lanzará la Primera Encuesta Nacional sobre Factores de Riesgo y Enfermedad Cardíaca en la Mujer.
“La idea es averiguar si las mujeres argentinas tienen conciencia del riesgo de padecer un problema cardiovascular, si han hecho una consulta cardiológica y de dónde reciben la información que manejan sobre el tema, entre otras cosas”, explicó Ana Salvati, de la comisión directiva de la FCA. Según la cardióloga, éste será el punto de partida para organizar campañas efectivas de prevención.
La encuesta, que se realizará durante seis semanas de manera telefónica y anónima, consultará a unas 600 mujeres de entre 20 y 70 años de Capital y Gran Buenos Aires. Los resultados estarán disponibles a fines de mayo, con lo que se estima que antes de fin de año ya habrá una campaña efectiva. “Queremos que se logre lo mismo que se consiguió con las campañas de cáncer de mama y su detección precoz”, señaló Salvati. Y recalcó la importancia de que las consultadas respondan el cuestionario.
Centros con aroma femenino
Hoy las mujeres se preocupan por el trabajo igual que los hombres y tratan de seguir manteniendo el control sobre lo que pasa en sus casas, con hijos, mascotas y marido incluido. Así es como a ellas también el corazón les empezó a decir “basta”. Por eso, en todo el mundo empezaron a surgir centros especializados. Aquí, el año pasado el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) inauguró la Clínica de la Mujer, que se ocupa de las cuestiones cardiológicas y de sus problemas óseos, ginecológicos y psicosociales.
Este miércoles, la Fundación Favaloro lanza su propio centro con la charla abierta sobre “La enfermedad cardiovascular y la mujer”, que dará Guillermo Fábregues, de la división Prevención Cardiovascular (de 19 a 21 en Solís 453). “Si una mujer se palpa un nódulo, a las dos horas va al consultorio, pero si tiene la presión alta no hace nada. Queremos conseguir lo mismo que los ginecólogos hicieron muy bien: crear conciencia en las mujeres”, explicó Fábregues.
