“Hay heridas que te terminan matando, hay heridas que de alguna manera sanan, pero aún las heridas que sanan dejan cicatrices”, reflexiona el psicólogo y escritor de “La Isla Interior”, Pablo Melicchio.
Lejos de sanar la herida, la Guerra de Malvinas es un trauma que sigue latente en la sociedad argentina y hoy, a 4 décadas del conflicto, nos preguntamos qué quedó de la guerra en los jóvenes que tienen la misma edad que tenían los soldados cuando fueron enviados a pelear.
Los centennials viven en democracia y libertad una situación muy distinta a la que se vivió en plena dictadura de los años 70 y durante los 74 días de la guerra de 1982. Desde Perfil.com, nos propusimos preguntarles cómo creen que impactó la guerra en la sociedad actual en la que ellos viven, qué sabían de ella y cuál era su sentimiento sobre la patria.
Cada pregunta, contestada por estos jóvenes de entre 18 y 23 años, fue también respondida y puesta en contexto por el excombatiente Marcelo Aceto, el psicólogo Melicchio y la Dr. en historia por la UBA e investigadora del CONICET, María Inés Tato.
El resultado fue llamativo y derribó algunos pre conceptos sobre los "nativos digitales", que se quejan, reflexionan y se emocionan al hablar de este hito de la historia argentina que quedó grabado a fuego un 2 de abril.
El proceso de “desmalvinización” y la era de la conectividad
Un denominador común entre los jóvenes fue la crítica a la forma en que la "escuela" les enseñó Malvinas. El proceso de “desmalvinización” fue abordado desde la sociología y la historia por la especialista Tato, quien explicó con claridad qué fue lo que ocurrió tras perder la guerra.
Los protagonistas se refirieron también al rol que jugaron los medios de comunicación en aquella época y establecieron un paralelismo con el papel de estos en la era de la hipercomunicación y la invasión de Rusia a Ucrania.
A diferencia de los jóvenes soldados y de los ciudadanos de ese momento, los cenntenials cuentan hoy con una herramienta clave para la difusión de información. En era de la conectividad, no solo se puede conocer y difundir al instante lo que sucede en otra parte del mundo, sino que también se pone en jaque el proceso de “desmalvinización” del que los especialistas hablan.
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Más allá de los intentos del Gobierno de facto por cerrar esa etapa de la historia, la Guerra de Malvinas no solo marcó la vida de los veteranos y los familiares de los caídos, sino que también se convirtió en una herida que aún en 2022 continúa abierta para la sociedad, marca que, según los especialistas, no se cerrará hasta que como país se permita debatir activamente sobre el reclamo de soberanía sobre las islas y lo que implicó el conflicto bélico en ese momento.
cp
