El Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Martín Paleo, conversó con Jorge Fontevecchia para Radio Perfil, recordando lo sucedido hace 40 años en la Guerra de Malvinas, y analizando la situación actual.
JF: Hay un texto, que tuve la posibilidad de leer anticipadamente, donde vos citás que el almirante John Woodward, comandante de la fuerza británica dijo textualmente: "Ganamos la guerra porque tuvimos un importante grado de suerte. Cuando los argentinos se rindieron, las pérdidas británicas iban en aumento y estábamos a punto de quedarnos sin alimentos y sin municiones. Si ellos hubiesen resistido una semana más, la historia habría podido terminar de una manera muy diferente". ¿Es así?
Es así, creo que el valor de esas palabras está dado porque vienen del lado ganador. Cuando uno se pone a pensar o escribir sobre Malvinas, necesitaría mucho más espacio, pero como ese hay otros ejemplos. Woodward era que el iba a cargo de la fuerza expedicionaria, pero quien estaba a cargo de la parte terrestre escribe un libro cuando finaliza la campaña, que es toda una definición de lo que significó para ellos, porque el título es "No picnic", es decir, que no fue un paseo. Para ellos, teniendo una de las tres flotas más aptas del mundo, le significó la mayor pérdida en términos de hundimiento en tonelaje, luego de la Segunda Guerra Mundial. Evidentemente, hubo combate por aire, mar y tierra, y no fue un picnic, sino una contienda donde cada uno presentó lo mejor de sí, y el número de bajas habla también de que hubo combates directos e intensos.
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JF: También leía en este texto que, otro hecho característico, es que 63 oficiales murieron, lo que representa un 10% de los caídos totales, algo que está muy por encima de lo que se establece en promedio en un enfrentamiento bélico. ¿A qué atribuís eso y qué significa?
Primero, hay estándares internacionales que establecen las estadísticas en los conflictos, y después se hacen reglamentos y tablas en base a eso, para calcular la degradación que sufre una fuerza en una operación ofensiva, lo mismo para defensivas, pero se establece que el número de oficiales, en términos de porcentaje, es muy inferior al 10% que tuvimos nosotros en bajas. Primero, por un tema de cantidad, y segundo, porque está la creencia de que la primera línea son los soldados rasos y los grados subalternos; lo que demuestra, para mi, liderazgo. Es decir, los oficiales están en la primera línea, como ocurre en el conflicto entre Rusia y Ucrania, analizando con particular interés la cantidad de bajas de los generales rusos.
JF: Tengo entendido que los Comandos argentinos, en esas competencias que se hacen en toda Latinoamérica, tienen un resultado al que se imagina. ¿Es así? ¿Cómo son comparativamente los Comando argentinos?
La preparación de nuestros comandos, en principio, tienen una característica que es uno de los factores que han hecho que sean tropas de altísimo nivel, y es que las tres cuentan con una formación conjunta. Es decir, los comandos, tanto de Ejército, la Armada, o las Fuerzas Aéreas, tienen un curso básico de formación de comando, que es conjunto y lo realizan las tres Fuerzas, y después hacen una especialización, cada uno por su lado, orientada a donde se van a desempeñar. A diferencia de otros cursos, tiene una particularidad: más que de formación, son de selección. Es decir, como son exclusivamente para oficiales y suboficiales, ya llegan al curso con un nivel básico. Entonces, si bien siempre se aprende mucho, la finalidad principal de los cursos es someter a la gente a altísimos niveles de presión, exigencia y riesgo, para determinar cuáles son los más aptos. Luego, los que son seleccionados continúan su capacitación en forma permanente en los elementos de comando.
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JF: Y en esas competencias, ¿Le hemos ganado a los Boina Verde en algún momento?
Sí, hemos tenido muy buenos resultados las veces que hemos competido. A nivel americano, Estados Unidos tiene un muy buen nivel, pero Colombia es el que viene ganando las últimas competencias, que tiene el ejército más numeroso, después de Brasil.
JF: Quería volver al tema de Malvinas. ¿Cómo lo viviste?
Yo era un joven cadete del Colegio Militar, y recuerdo una mañana fría el 2 de abril, que estábamos desayunando en el comedor, y de golpe entraron los oficiales muy exaltados, nos llevaron a un playón, y ahí nos comunicaron que se habían recuperado las Islas. Nada más que eso porque no había mucha información, pero fue un momento de gran alegría, que también tuvo su contraparte cuando finalizó la campaña, porque fue duro aceptar la derrota. Fue lo que le pasó a toda la sociedad y con el tiempo fuimos aprendiendo las lecciones para poner las coas en su justo término y reconocer a los combatientes, que no tuvieron el recibimiento merecido, y hoy veo que la causa Malvinas es una gran causa nacional, y las generaciones actuales tiene la suerte de poder tener sus héroes contemporáneos.
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JF: ¿Pudo haber ganado la guerra Argentina?
Yo creo que no, porque tal vez les hubiese llevado más tiempo, pero Gran Bretaña tenía el apoyo material e informativo de Estados Unidos, y me parece que la OTAN no hubiese permitido que Gran Bretaña perdiera, siendo uno de sus principales países integrantes.
cp
