SOCIEDAD
no se hacía presencial desde 2020

A siete años del Ni Una Menos, cientos de miles volvieron a salir con un mismo grito

Nació el 3 de junio pero de 2015, como reacción al femicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años embarazada. En Rufino, Santa Fe, murió asesinada por su novio, quien la mató a golpes. El movimiento luego se expandió como una ola y hoy es la forma de decir basta de violencia machista en casi treinta países. “Hace años que inventamos maneras de enfrentarnos a las violencias que no cesan y que, pandemia de por medio, se han multiplicado. Nos queremos con vidas dignas y libres, en la calle, el lugar que elegimos para poner el cuerpo”, dijeron desde el colectivo fundador.

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Juntas. El color violeta como emblema y los pedidos que se repiten en todo el país: “Paren de matarnos”, “Vivas y libres nos queremos”. | PABLO CUARTEROLO

Un 3 de junio, pero de hace siete años, un grupo de periodistas y comunicadoras lanzaron un grito de alerta en redes: “¿Hasta cuándo?”. La reacción, visceral, había sido en este caso provocada por la conmoción pública que generó el femicidio de Chiara Páez, de 14 años, en Rufino, Santa Fe, quien cursaba un embarazo de ocho semanas. La adolescente fue hallada en el patio de la casa familiar de su novio, Manuel Mansilla (17), quien, según la Justicia, la mató a golpes porque no quería que continuara con el embarazo.

Las concentraciones en las ciudades de todo el país dijeron: "Basta de violencia machista"

Ese pedido se tradujo en una concentración que reunió, esa tarde fría de 2015, a más de 300 mil personas frente al Congreso. Surgió así uno de los movimientos de mujeres más importantes de las últimas décadas, que además pasó las fronteras argentinas y es ya una consigna instalada en unos treinta países, desde Francia a Dinamarca, pasando por toda América Latina y hasta Turquía. #NiUnaMenos se convirtió también en un hashtag, un clamor que se repite ante cada femicidio. 

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Ayer, otra vez, cientos de miles se concentraron desde temprano en Plaza de Mayo, en Buenos Aires; pero también en Rosario, Córdoba, Mar del Plata y otras decenas de ciudades del país, para repetir la consigna. Fue el reencuentro tras dos años sin marchas presenciales, y el grito de “¡Vivas, libres y desendeudades nos queremos! El Estado es responsable” se multiplicó en voces y en pancartas. 

La mamá de Chiara Páez repudió la anulación de la condena del femicida dispuesta por la corte santafesina
 

Por la mañana, la agrupación Atravesados por el Femicidio, que nuclea a familias de víctimas, brindó una performance con zapatos y otros calzados puestos en una vereda para instar a los peatones a ponerse en el lugar de las víctimas. 

Y la manifestación se acompañó en las redes sociales, a través de una iniciativa con familiares contando en primera persona sus historias para que este 3 de junio “se escuchen nuestros pedidos”.

“Hace años que inventamos maneras de enfrentarnos a las violencias que no cesan y que, pandemia de por medio, se han multiplicado. Nos queremos con vidas dignas y libres, en la calle, el lugar que elegimos para poner el cuerpo a nuestras demandas y a nuestros deseos. Porque somos les nietes de todas las brujas que nunca pudieron quemar”, expresaron desde el colectivo organizador, Ni Una Menos. A su vez, organizaciones políticas reclamaban por una reforma judicial feminista y Ley Integral Trans, en un acto en el que también estaban presentes familiares de víctimas de femicidios y asesinadas por violencia y mujeres que sufrieron violencia de género.

En el marco de la movilización, colectivos feministas acordaron en un documento reivindicaciones que van desde una reforma que garantice el acceso a la Justicia a las mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries y castigue el asesinato de mujeres, y pidieron la aplicación en todo el país de la ley de interrupción voluntaria del embarazo. 

En cifras. Unas 205 mujeres mayores de 60 años fueron víctimas de femicidio en los últimos siete años, lo que significa un promedio de una muerte cada 12 días, según un informe realizado por el Observatorio de Femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano, que coordina la Asociación Civil La Casa del Encuentro.

Y ayer, en el día del Ni Una Menos, una mujer de 63 años fue asesinada a puñaladas en la localidad bonaerense de San Miguel, y por el crimen detuvieron a su pareja, quien convivía con la víctima e intentó suicidarse tras el hecho.

La Casa del Encuentro es una de las organizaciones feministas, como Ahora que Sí Nos Ven (Aqsnv), MuMaLá y el Observatorio Lucía Pérez, que realizan sus propias estadísticas sobre la cantidad de femicidios, a partir de un “monitoreo exhaustivo” de los medios de comunicación.

El “Informe de femicidios de mujeres de más de 60 años”, que abarca los hechos que sucedieron desde el 3 de junio de 2015 –día de la primera marcha del Ni Una Menos– hasta el 27 de mayo de 2022, puntualizó que cuatro de cada diez asesinatos fueron llevados a cabo por la pareja o ex pareja de la víctima y que el 80% (165 casos) de los crímenes tuvo lugar en la vivienda de la mujer asesinada.

“Estas mujeres fueron asesinadas en nuestro país por el solo hecho de ser mujeres. En su vivienda, en la vivienda compartida y en gran medida a manos de parejas. Estas mujeres, que en su mayoría sufrieron a lo largo de sus vidas un continuum de violencias invisibles e invisibilizadas, también estuvieron atravesadas por un patriarcado que las ha llevado, inclusive, a aceptarlas convencidas de que ‘los trapitos se lavan en casa’”, expresaron desde La Casa del Encuentro en el informe.

El relevamiento destaca que, en 56 episodios, la víctima falleció a causa de golpes, mientras que 49 mujeres fueron apuñaladas y 36 fueron baleadas.