Pocos minutos después de las 10, y sobre su moto, llegó al velatorio de Diego Maradona en la Casa Rosada, Leopoldo Luque. Una de las voces más esperadas del entorno intimo del astro del futbol mundial. Se trata, en definitiva, del médico personal de Maradona, y el neurocirujano que lo operó de urgencia a principios de noviembre por una hematoma subdural en el lado izquierdo de su cabeza.
Apenas se descubrió su presencia, Luque fue abordado por cientos de periodistas que querían conocer su testimonio sobre el fallecimiento del Diez. “Siento un profundo pesar”; “Estamos todos muy dolidos por esta pérdida, que es mundial, de una persona invaluable. Nada más para decir”, fueron las escuetas frases que eligió el facultativo para referirse a la muerte de Maradona.
Murió Diego Maradona: un historial médico acechado por problemas de salud
Sin embargo, esta no habría sido la primera visita de Luque en la ceremonia de despedida de Diego. Según trascendidos, el médico personal, considerado un “verdadero soldado del entorno” por el propio Maradona, fue invitado por la familia del ex futbolista a participar de un homenaje intimo al Ídolo realizado en horas de la madruga en la Casa Rosada.
De acuerdo con las mismas fuentes, Luque lo había visitado durante los últimos días en la quinta de Tigre, donde Maradona se alojaba tras la operación realizada en una clínica de Olivos. Ese día, le sacó los puntos de la operación, almorzaron juntos y Maradona hasta le pidió que limpiara la piscina de la casa.
Como se recordará, en las últimas semanas, la familia y los médicos del Diez, entre ellos el propio Luque, habían decidido tras la cirugía que fuera trasladado a la casa del partido bonaerense de Tigre, hasta tanto pudieran decidir el mejor tratamiento para rehabilitarlo de su adicción al alcohol y su dependencia a los fármacos.