La muerte del máximo ídolo del fútbol mundial, Diego Armando Maradona, fue lamentada por la ciudadanía local durante todo el día jueves. A partir de las 1.30 de madrugada del 26 de noviembre, familia y amigos cercanos despidieron a "Pelusa" dentro de las instalaciones de la Casa Rosada.
Mientras tanto, la frustración y las emociones acumuladas después de ocho meses de estrictas restricciones por el covid-19 en Argentina se desataban tras la noticia de la muerte de la superestrella del fútbol. Fanáticos de todas las edades comenzaban a cantar himnos futbolísticos alrededor del icónico Obelisco y a las afueras de la sede de gobierno.
Arribando las 6 de la mañana, se le brindó acceso al público a la capilla ardiente en la Casa Rosada. Miles de hinchas llenaron plazas, calles y las inmediaciones del palacio presidencial para el último adiós.
Final del camino para Diego Armando Maradona: ya descansa en el cementerio de Bella Vista
La gente hizo filas de hasta 11 cuadras para ingresar y ver el féretro. Si bien se impusieron ciertas normas dentro del edificio, era imposible controlar el distanciamiento social y el uso de mascarillas en el exterior. Se esperaba que el velorio congregase, al menos, a un millón de personas. Fue comparado, además, con el funeral de la exprimera dama Eva Perón.
El evento generó críticas de algunos políticos de la oposición que señalan que el Gobierno aún no ha publicado un plan amplio para reabrir las escuelas, pero logró organizar rápidamente el evento masivo en honor a Maradona.
En horas de la tarde hubo incidentes con la Policía, tanto federal como de la ciudad. Diversos grupos pertenecientes a la multitud buscaron tirar abajo las vallas e ingresar al recinto por miedo a no llegar a despedir al exfutbolista. Entre discusiones y desacuerdos, el velorio finalizó a las 15.30.
A las 18, el cuerpo fue retirado de la Casa Rosada para ser escoltado al cementerio de Bella Vista, donde Maradona fue enterrado en compañía de sus seres queridos alrededor de las 19.