Carlos Carrascosa pasó su primera noche fuera de la cárcel de Campana rodeado de sus afectos. Héctor Liñeiro, su mejor amigo y dueño de la casa en el country Centro Urbano Barracas de Escobar (CUBE ) adonde el viudo se mudó para acceder al beneficio del arresto domiciliario, participó de una reunión espontánea que contó con la presencia de sus abogados y otras personas cercanas.
“Estaba muy aliviado y contento”, recordó a PERFIL Fernando Díaz Cantón, uno de los defensores del viudo. Por la casa del country pasaron al menos 15 personas. Hubo brindis. Pero sin alcohol. Es que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 6 de San Isidro, que aceptó el pedido de su defensa para que continúe la condena a prisión perpetua fuera de la cárcel, le prohibió beber, entre otras restricciones que deberá cumplir para no volver a prisión.
Carrascosa, que fue liberado el jueves pasado después de las 5 de la tarde, tendrá la suerte de disfrutar de un paisaje privilegiado, de una parrilla y hasta de una pileta de natación. Eso sí, no podrá alejarse del radio de la casa de su amigo porque lleva una tobillera que marca su posición y se activa en caso de salir del sector delimitado. Si se le ocurre tomar algo en la confitería o caer en la tentación de acercarse al muelle o a la guardería de lanchas, automáticamente perderá el beneficio y deberá regresar a la cárcel para terminar el resto de la condena.
Fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) confiaron que el dispositivo que lleva en su cuerpo no le impedirá meterse en la piscina si lo desea porque “es resistente al agua”.
El viudo conoce muy bien la casa de Liñeiro (ubicada en el lote 307 de una de las tres islas que tiene el predio). Allí estuvo viviendo hasta el año 2009, cuando un fallo de la Sala I Tribunal de Casación Penal revocó la sentencia de primera instancia condenándolo a prisión perpetua y ordenando su inmediata detención en Campana.
Recuerdos de prisión. Según reveló uno de los presentes en la cena del jueves pasado, el ex agente de Bolsa contó distintas anécdotas de su paso por la cárcel.
“No la pasó bien. Tuvo muchas privaciones, carencias y mucha bronca durante estos años. Ahora es optimista”, aseguró a PERFIL.
Carrascosa les dijo a sus amigos que la mudanza a Escobar lo movilizó al punto que les prometió dejar de fumar e iniciar una dieta saludable para mejorar su calidad de vida. “Está contento. Ahora le cambió la vida. Por lo menos así va a poder atenuar la injusticia que sufrió durante estos años”, apuntó uno de sus allegados.
Vida nueva. El viudo tiene un millón de razones para agradecer el gesto de sus amigos, quienes en poco tiempo juntaron el dinero para cubrir la fianza que fijó la Justicia como condición para otorgarle el beneficio del arresto domiciliario.
Héctor Liñeiro no sólo aportó para la causa, sino que además puso a disposición su casa de tres ambientes para que el ex marido de María Marta García Belsunce pudiera salir de la cárcel. No lo dudó ni medio segundo. A Carrascosa lo conoce desde hace más de 55 años. Fueron compañeros de secundaria e inseparables con el transcurrir del tiempo.
Liñeiro también es viudo. Su mujer falleció víctima de una enfermedad terminal. Tiene una hija que reside en España, pero que casualmente se encuentra de visita por el país. La mujer llegó con su bebé y, durante un tiempo, también convivirá con Carrascosa, el nuevo vecino famoso que tiene el country de Escobar.
