Las imágenes de miles de franceses autoconvocados por redes sociales y manifestándose con sus chalecos amarillos en contra de las medidas impulsadas por el gobierno de Emmanuel Macron, que comenzó por un reclamo por el aumento en los combustibles y luego se extendió hacia otros sectores, dieron la vuelta al mundo. Este movimiento se expandió en menor medida en otros países de Europa, y ahora llegó a Buenos Aires: "El chaleco amarillo es un símbolo de lucha del ciudadano común en contra de las injusticias en general", sostiene uno de sus creadores.
Hace poco más de un mes, y como réplica a lo ocurrido en Francia, surgió en Facebook el movimiento Chalecos Amarillos de Argentina. Bajo el lema "autoconvocados sin bandera partidaria", se reúnen todos los sábados en Congreso para expresarse ante las políticas de ajuste de la gestión de Mauricio Macri.
"El chaleco amarillo es un símbolo de lucha del ciudadano común en contra de las injusticias en general"
"El movimiento en Argentina surge por una necesidad de la situación actual que estamos viviendo: tarifazos; rebajas de sueldos y de jubilaciones; la reforma laboral y todas las medidas económicas que nos impactan. La idea está tomada de los chalecos amarillos de Francia y nace hace un mes y medio. En este tiempo tuvimos un crecimiento exponencial en las redes sociales y, en la actualidad, somos 70 miembros", cuenta Fabio B., el creador de la página de Facebook (que cuenta con casi 1000 miembros)y de la fanpage (que ya superó los 10.000 seguidores).
En ese marco, agrega: "Nos juntamos todos los sábados a las 18 en la esquina del Congreso (Avenida Entre Ríos y Rivadavia) y todas las semanas se suma gente. En la página ponemos donde vamos a estar, por ejemplo si nos sumamos a alguna protesta que nos enteramos de vecinos que reclaman el suministro de luz, como ocurrió estos días. Somos muy activos. Las bases del lineamiento que tenemos es sin banderas partidarias y sin traer la consigna. Cada uno tiene su ideología, pero al no tener bandera partidaria y no traer la ideología partidaria de cada uno (a las marchas), lo que se ve es la lucha del pueblo unido contra las medidas de ajuste de este Gobierno. Estamos todos en la misma porque el pueblo sufre las consecuencias económicas".
Consultado sobre si, más allá de que plantean que los encuentros sean sin bandera política, se les acercó algún político o dirigente opositor, contó que eso le pasa "todo el tiempo". Y amplió: "Se contactan continuamente de partidos políticos y agrupaciones. En una asamblea votamos que no queremos ningún partido ni organización porque sino nos van a vincular, y esto es totalmente autoconvocado. La gente está acostumbrada a que si no lo convoca un partido político o un sindicalismo, no se mueve, por eso resulta atractivo que no haya nadie atrás".
"Si bien somos el único movimiento organizado de Chalecos Amarillos en Argentina, esta prenda que utilizan los motociclistas, lo puede usar cualquier persona porque no es exclusivo nuestro, no nos pertenece. De hecho en la marcha de Antorchas de Mar del Plata había personas de una agrupación política que lo usaban y no podemos decirles que no lo hagan porque es un símbolo universal que se está extendiendo por todo el país a una velocidad agigantada", relató el creador del grupo.
"Si bien somos el único movimiento organizado de Chalecos Amarillos en Argentina, lo puede usar cualquier persona porque es un símbolo de lucha que no es exclusivo nuestro", cuenta Fabio.
Comienzo complicado. "Cuando empecé con el grupo había muchos 'trolls' que los fui eliminando; muchos comentarios negativos y también había mucha gente con duda que nos llegaban a decir que eramos personas que nos pagaba el Gobierno. Sin embargo, ahora nos apoyan porque nos ven en los ruidazos o en Congreso. No hay requisitos para participar de los encuentros, no somos sectarios, excepto que la persona venga con su bandera partidaria. Últimamente se están sumando mucho las personas mayores; gente que está precarizada en el trabajo", concluyó el titular de Chalecos Amarillos Argentina.
Por qué el chaleco amarillo. El origen de las protestas con chalecos amarillos ocurrió en Francia, y el detonante fue un amento que el Gobierno quería implementar en los combustibles (que luego decidió dar marcha atrás). Su nombre hace referencia a las prendas fosforescentes que utilizan los automovilistas en en ese país en caso de tener algún inconveniente en el camino, para lograr tener una mayo visibilidad.
