Con la reapertura de los bares y restaurantes en la ciudad de Buenos AIires, también regresaron los controles de alcoholemia y estupefacientes a los automovilistas que transitan por las calles y avenidas porteñas.
Las inspecciones se ubicaron en diferentes puntos estratégicos de la ciudad, y es llevada a cabo por los cuerpos de agentes de Tránsito porteños.
Actualmente el límite máximo de alcohol en sangre es de 0.5 gr/l en conductores de vehículos particulares; 0.2 gr/l en conductores de moto y 0.5 gr/l en los acompañantes, y de 0.0 gr/l en conductores profesionales (taxis, colectivos, camiones, etc) y principiantes. En los controles se verificará la documentación, tanto del vehículo como del conductor; se realizará el examen con un equipo del tipo alómetro (medición de alcohol a través del aliento), y a quienes den positivo en este examen, se les realizará el test con alcoholímetro para determinar dosaje.
Para poder restablecer este tipo de controles, debido a su dinámica y particularidad, la Secretaría de Transporte y Obras Públicas junto al Ministerio de Salud de la Ciudad elaboraron un protocolo especial para cuidar y prevenir contagios tanto de las y los conductores como de los y las Agentes que realizan el operativo.
En el caso de que algún conductor se niegue a hacer el control, será sancionado con una infracción de $5.355 (300 UF) con agravante transporte público $12.840 (600 UF). Mientras que el acompañante de motociclista supere los límites permitidos de alcohol en sangre, será sancionado con multa de $2.140 (100 UF). Actualmente el valor de la UF es de $21.40.
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Cómo son los operativos
● Se dispondrán dos zonas delimitadas: Una para el control con alómetro. La segunda, para el test con alcoholímetro que determinará el dosaje de quienes resulten positivos del primer control.
● Los Agentes de Tránsito mantendrán la distancia social, usarán barbijo triple capa, guantes, máscara acrílica, y dispondrán de alcohol en gel para desinfectarse las manos.
● Los agentes colocarán su cuerpo de costado y no de forma directa, evitando que exista una línea directa con el conductor. Con un soporte alargador que ayuda a mantener la distancia,
● En caso de haber más de una persona dentro del vehículo, todas deberán usar cubreboca y no retirarlo en ningún momento, con excepción del conductor, para la realización de la prueba.
● El Agente de Tránsito proporcionará el material descartable al conductor siendo éste quien debe romper el envoltorio, manipular la boquilla tanto para acoplarla al equipo de medición como también para su posterior retiro.
● Cualquiera sea el resultado del test, la boquilla quedará en poder del conductor, indicando que la misma no sea arrojada en la vía pública.
● En caso que se obtenga un resultado por encima de los dosajes máximos permitidos, además del procedimiento habitual, se solicitará al presunto contraventor que aguarde dentro del vehículo, con el cubreboca colocado, evitando lo más posible la cercanía con el personal del operativo, y se dará aviso de cuándo debe abandonar el vehículo.
“Sabemos que alrededor del 21% de los siniestros fatales registrados en la Ciudad de Buenos Aires están relacionados con el consumo de alcohol, por eso es nuestra prioridad estar presente en las calles para garantizar la seguridad vial de todos los actores del tránsito. Debemos seguir trabajando para cuidar a los vecinos y vecinas, y para seguir construyendo una ciudad más responsable con el compromiso de que los que decidan tomar, no manejen”, aseguró Juan José Mendez, secretario de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad de Buenos Aires.