Un pueblo definido por una palabra –diáspora– que ahora busca volver a andar esos caminos a través de las huellas que dejó su cocina en todo el mundo.
Ese ambicioso pero interesante proyecto es en el que se embarcó el cocinero Tomás Kalika, estudioso de la cocina judía, con un grupo de expertos en otras áreas –que van desde el audiovisual hasta el vino, pasando por colaboraciones con otros cocineros de distintas nacionalidades– para ofrecer no sólo menús nuevos, sino una plataforma que permita descubrir esa diáspora.
El resultado será una serie de cinco documentales que abordan los sabores del pueblo judío desde distintos ángulos –pasando del humor al drama, de la tradición a lo moderno– y un sitio web desde donde se compartirán esas historias y personajes a través de las recetas.
Kalika abrió Mishiguene, su propio restaurante de cocina judía en Buenos Aires en 2014, y allí armó un concepto renovado de la cocina judía: recetas de platos tradicionales de Europa y Oriente Medio, que atravesaron generaciones y recorrieron kilómetros, y fueron reinterpretadas con técnicas e ideas contemporáneas en platos básicos como el pastrón, los varenikes o el borsch. Allí fue la presentación del proyecto, esta semana, con el cocinero colombiano Harry Sasson.
Pero ahora quiere dar un paso más: “Este proyecto también busca, a partir de la historia del pueblo judío, estudiar cómo las distintas migraciones de los pueblos del mundo fueron relacionándose con esas nuevas tierras, entornos, culturas e ingredientes, entendiendo el factor migratorio como un actor clave para el enriquecimiento de los pueblos y sus culturas”, explica Kalika.
Para su desarrollo, el proyecto comenzó un proceso de investigación a través de viajes a las ciudades que forman parte del mapa o la ruta por la cual se entenderá el proceso de evolución de la cocina judía en el mundo. Los lugares elegidos son la colonia entrerriana de Moisés Ville; Nueva York, Varsovia; Mumbai, en India, y Jerusalén y Tel Aviv en Israel.
A partir de allí, con la ayuda del productor audiovisual Gerardo Rozín se armarán los capítulos de la serie y, como resultado de esos personajes, de vuelta en su cocina, desarrollarán las recetas que se presentarán en el restaurante mientras dure el proyecto.
Y en forma de legado, Diáspora también tendrá un libro hecho en colaboración con editores de distintas partes del mundo, y la plataforma web que quedará como “fuente de consulta e intercambio”, agrega.