Otra epidemia tocó esta semana territorio argentino: esta vez no afecta a las personas sino –básicamente– a las aves. Y se hizo oficial durante una conferencia de prensa en la cual directivos del Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (Senasa) confirmaron la primera detección en el país de influenza aviar (IA) H5. El caso se identificó en un ave silvestre encontrada en la laguna de Pozuelos, en la provincia de Jujuy. La influenza aviar es una enfermedad de alta patogenicidad que afecta a las aves de corral y también a las silvestres que actúan como reservorio.
En la charla con periodistas, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo detalló que luego de que el caso fuera confirmado en un ejemplar de ganso andino en Jujuy, cerca de la frontera con Bolivia, se decidió declarar la Emergencia Aviar en el territorio.
“Esta situación nos pone en alerta, pero no nos sorprende”, afirmó el funcionario. Y detalló: “ya desde el año pasado se venía siguiendo su evolución y cómo iban apareciendo casos siguiendo las rutas de vuelo de las aves migratorias. La presencia de este virus se sigue a nivel internacional desde octubre de 2022, mientras la enfermedad avanzaba hacia los países de América del Sur. Ya fue detectada en México, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Chile, Bolivia, y –recientemente– Uruguay, entre otros del continente”.
Por esta razón y por su alta tasa de mortalidad entre las aves, la Organización Mundial de Salud Animal sigue estos casos ya que esta patología viene migrando a gran velocidad y ya casi no quedan regiones libres de contagios. “Se trata de una enfermedad compleja, causada por virus divididos en múltiples subtipos con una carga genética que evoluciona con rapidez”.
Por su parte, la doctora Sandra Tirado, secretaria de Acceso del Ministerio de Salud de la Nación informó que “no hay registrados contagios por el consumo de carne de un animal infectado ni por comer huevos. De hecho sabemos la transmisión viral de esta cepa, de ave a personas, es una situación que tiene muy bajas probabilidades de darse”. De hecho, desde 2003 a hasta 2022 –en 19 años de registro– en el mundo apenas se notificaron 868 casos de influenza aviar en personas.
De todos modos recordó las medidas de seguridad básica que consisten en evitar acercarse o manipular aves muertas o moribundas y completar siempre el lavado de manos y la cocción correcta de todo tipo de alimentos.