Viajar en avión puede llegar a ser estresante para cualquier pasajero: el miedo a volar y la reducción de espacio hacen que las opciones de entretenimiento como películas, música y juegos ya no sean suficientes para matar el tiempo. Por eso, distintas compañías aéreas empezaron a implementar programas de meditación guiada para los viajes más largos. Esto responde a una tendencia mundial, donde cada vez son más las iniciativas para distender la mente durante los vuelos, incluso con aplicaciones para meditar con el celular, la tablet o la computadora personal.
La aerolínea británica Virgin Atlantic fue la primera en ofrecer programas de meditación, en 2011, y ahora innovó con sesiones de aromaterapia para la clase ejecutiva. En los últimos dos años, Delta Airlines, de Estados Unidos, y British Airways incorporaron apps con ejercicios de relajación para manejar la ansiedad ante movimientos bruscos y optimizar el tiempo de descanso. Incluso, Spring Airlines, de China, entrenó a sus azafatas para que los pasajeros puedan seguirlas en coreografías de estiramiento.
El último caso es el de Air France, que hace poco más de un mes comenzó a implementar una nueva propuesta de mindfulness a bordo, con la plataforma Mind. Incluye seis programas de meditación para adultos, inspirados en libros de Christophe André, incluido su best-seller Meditar día a día, y hay variantes para niños con títulos como Los superpoderes de la respiración, basados en las obras de Eline Snel, la instructora reconocida a nivel mundial.
Todos tienen video y audio, se puede acceder desde las pantallas individuales, y están traducidos a varios idiomas. “Quisimos brindar una opción para que el pasajero se sienta en armonía en un entorno tan particular como un vuelo, y lo ayude a tener un equilibrio emocional”, cuenta Denise Eljatib, responsable de marketing y comunicación de la empresa.
Para los más chicos, que suelen ser los más inquietos, estas prácticas resultan buenas alternativas. “Son ejercicios fáciles, similares a un juego, y para los padres son muy útiles porque se pueden hacer en todo momento”, cuenta a PERFIL Snel sobre su libro Tranquilos y atentos como una rana.
Si bien desde Air France todavía no tienen datos sobre el impacto que tuvo en los pasajeros, afirman que después del primer vuelo de prueba el 90% de los clientes dijo sentirse relajado, y el 85% manifestó que mejoró su comodidad.
Clara Badino, una de las precursoras que trajo el mindfulness al país, celebra la iniciativa porque en un viaje de avión “el pasajero está atrapado” y “puede ayudar a que tenga menos confusión”.
Además, para Badino estas prácticas también facilitan el trabajo del personal a bordo. “Una persona que no puede estirar las piernas, dormir bien y está inquieta durante un vuelo demanda más trabajo a las azafatas. En cambio, en un estado de distensión se vuelve más serena”.