Las situaciones de crisis económica y social —se sabe— tienen impacto en todos los órdenes de la vida, sobre todo en el estado de ánimo de las personas. En momentos de crisis como el que atraviesa la Argentina, las personas están más predispuestas a sentirse irritables, intolerantes, ansiosas, y todos estos síntomas tienden a repercutir directamente en la pareja.
Frente a esto, algunas parejas se resisten a la separación, incluso por todo lo que implica el costo económico. En este contexto son muchos los que mantiene su relacione estable y buscan al mismo tiempo reducir el estrés diario con una aventura paralela.
Así lo indica un estudio al que accedió PERFIL basado en el comportamiento de 10 mil usuarios de Second Love, un sitio de citas para infieles. Según los datos recabados, resguardando siempre la identidad de las personas, actualmente se concretan más encuentros que años atrás. Según este estudio, el 58% confesó que ha tenido un encuentro a través de la web. En cambio el 42% restante admitió que sólo llegó a "la instancia del coqueteo".
La actual crisis económica se metió en el consultorio médico
El 54% de los usuarios señaló las dificultades económicas como uno de los principales motivos de su infidelidad, dejando en un segundo lugar la poca frecuencia sexual en su pareja (30%) y la monotonía de la rutina diaria (16%), motivos que siempre han sido señalados como los principales.
El rango etario se amplió: ahora se observan más solicitudes de personas mayores de 50 años quienes se conectan con más frecuencia, algo que nunca antes había sucedido. Actualmente, la mayoría de los usuarios de Latinoamérica tienen entre 35 y 55 años, son profesionales, poseen estudios universitarios y tienen uno o más hijos. Incluso hay un nuevo rango etario de usuarios muy activos que tienen entre 50 y los 69 años.
Walter Ghedin, psiquiatra y sexólogo, asegura que, frente a la incertidumbre generalizada, la búsqueda de certezas inmediatas suele ser un mecanismo defensivo que intenta calmar la angustia y la frustración por los proyectos suspendidos. “Las formas de compensar ese vacío de la existencia son variadas, entre ellas se incluyen la búsqueda de contactos eróticos con terceros, ya sea de manera virtual o real. En estos tiempos de aplicaciones y de visibilidad de diferentes formas de vivir la sexualidad, pero sobre todo, la inmediatez (y variedad) de los posibles contactos, se generan una conjunción de factores aptos para el encuentro infiel”, explica Ghedin.
Relaciones de pareja, ¿es posible ser fieles hoy?
Existe entonces, dice el especialista, una necesidad extra de placer que no llega ser suficiente con el que brinda el trabajo, la pareja, la familia, amigos, etc. “Es una especie de deseo imperioso para sentir que “algo nuevo” está sucediendo, un “shock de adrenalina” que aporta en forma momentánea una satisfacción para el Yo”, agrega Ghedin.
Pero el interés por la aventura infiel tiene sus límites. El sexólogo cuenta que en consultorio aparecen relatos de infidelidades recientes más virtuales que reales. “Consumar el acto implica un riesgo y un gasto extra que no todos están convencidos de afrontar. La infidelidad en tiempos de crisis es discreta y austera: por un lado hay que cuidar el bolsillo, y por el otro, hay que evitar sumar un conflicto nuevo en caso de ser descubierta. En mi experiencia como sexólogo, aquellos y aquellas que eligen las páginas especiales para infieles son los que se animan a hacerlo en épocas de “vacas gordas y de las flacas”, no importa lo que suceda en el entorno: el ánimo de búsqueda está siempre presente”, dice. Y finaliza: “En cambio, los que empujados por los eventos traumáticos personales buscan canalizar sus miedos y sus decepciones mediante el flirteo virtual. Y son los que más abundan en tiempos de crisis”.
