Una diputada oficialista generó polémica al presentar un proyecto que propone terminar con la obligatoriedad del calendario de vacunación. La iniciativa de la legisladora Paula Urroz del bloque de Unión Pro sugiere, entre otras cosas, que los adultos puedan desistir de la vacunación de los menores a su cargo. Y establece que "se debe alertar sobre los riesgos de las vacunas y tras ello dejar a libre consciencia del adulto si el menor debe ser vacunado o no". El proyecto de ley despertó la crítica de diversos sectores, pero sobre todo, de la comunidad científica.
"No soy militante antivacunas", se defendió Urroz en diálogo con Perfil, "sino simplemente es un proyecto que propone que se respete el derecho de consentimiento informado frente al acto de la vacuna, es decir, que si por prescripción médica no es conveniente que una persona se vacune, quizás por alergias o por lo que sea, tenga el derecho a optar no vacunarse", aseveró.
Según sostuvo la legisladora, el objetivo es "que se sepa cuál es el lote de las vacunas, que la persona que se va a vacunar sepa cuáles son las contraindicaciones, si hay algún efecto contradictorio a lo que se esperaba de la vacuna, que haya un registro de estos efectos, y que los médicos tengan la obligatoriedad de asentarlos".
El Presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica, Eduardo Luis López, calificó al proyecto como "una perfecta barbaridad". "Las vacunas no causan más alergia, salvo la vacuna de gripe que en algunos casos presenta la posibilidad de efectos adversos, las demás no tienen elementos que provoquen alergia", afirmó el infectólogo.
El especialista afirmó que Argentina ya cuenta con un registro nacional de efectos adversos cuya difusión se hace a través del ministerio de Salud y está disponible en los vacunatorios.
"La Comisión Nacional de Inmunización (CONAIN), funciona en el ámbito del ministerio y está formada por expertos en inmunología y representantes de la comunidad científica. Este organismo se encarga de hacer un informe por cada vacuna que se incorpora al calendario de vacunación, y eso se integra luego al registro de efectos adversos", explicó López, que integra la comisión.
El doctor se refirió, además, a los peligros que traería la aprobación del proyecto: "Hay un concepto social que se denomina "inmunidad de rebaño", y lo que pretende es evitar que los chicos se enfermen. Está comprobado que el riesgo de enfermedades infecciosas disminuye dramáticamente cuando los chicos están vacunados".
En este sentido, afirmó que eliminar la obligatoriedad de las vacunas "no sólo pone en riesgo al chico sino a toda la comunidad".
"Durante muchos años peleamos para que la vacuna sea un derecho, y logramos que la Argentina tenga uno de los mejores calendarios de vacunación a nivel mundial, por eso si uno quiere mejorar la equidad en vacunas es un absurdo transformarlo en un acto volitivo de los padres. Si la madre lo esta llevando a vacunarse es porque está de acuerdo", puntualizó.
"Los grupos antivacunas han logrado que enfermedades que estaban en vías de extinción volvieran a aparecer. Por ejemplo, hoy en día en países europeos como Francia e Italia hay casos de sarampión por no vacunar", afirmó.