Argentina es el único país vitivinícola en el mundo que declaró a su vino como bebida nacional, y cada 24 de noviembre se celebra, con copa en mano, el Día del Vino Argentino.
La degustación del vino involucra casi todos los sentidos: el gusto, el olfato y la vista. Por eso, la copa perfecta para un determinado tipo de vino permite conocerlo en profundidad, apreciando durante la degustación todo el potencial de sus aromas, sabores y texturas.
Si querés llegar al noviembre y ser un catador de lujo para celebrar su día, lee atentamente cuáles son las diferentes copas en las que se sirve la bebida nacional.
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Características de las copas de vino
La copa no sirve solo para beber, también es un elemento de evaluación del vino. Para ello deben cumplir con las siguientes aspectos:
- Deben ser de cristal liso, transparente e incoloro y no deben tener labrados o colores.
- El cristal debe ser extremadamente fino de aproximadamente un milímetro de grosor.
- Toda copa cuenta con un tallo y un pie que permite sostenerla con los dedos sin tocar el cuerpo o cáliz, es decir, el lugar donde se encuentra el líquido.
- Su transparencia permite observar el vino a través del cristal y apreciar si presenta impurezas.
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¿Qué copa debe ser utilizada para cada tipo de vino?
Para que te vuelvas un experto en degustar una copa de vino, a continuación detallamos cuáles son perfectas para el tinto, blanco y espumante.
Copa para vino tinto
Como regla general, las copas grandes intensifican los aromas. Es por ello, que las diseñadas para vino tinto son más grandes que las demás ya que posibilita sumergir la nariz en el tazón. El diámetro del borde lleva al vino hacia la parte de la lengua que percibe el sabor dulce. Una apertura más grande hace que la superficie de contacto entre la bebida y el oxígeno también sea mayor.
Los principales tipos de copas de vino tinto son:
- Copa burdeos: Es más alta y su tazón no es tan grande. Está diseñada para vinos con más cuerpo como el cabernet sauvignon o merlot, debido a que su tamaño permite que se dirija directamente a la parte posterior de la boca y se realce el sabor.
- Copa borgoña: Su forma de balón facilita el movimiento del vino dentro de la misma y esto beneficia el desprendimiento del aroma.
- Copa pinot noir: Es de gran tamaño y su forma busca potenciar el dulzor o la acidez del vino.
- Copa cabernet sauvignon: Resulta de fácil manipulación y permite disfrutar el aroma y sabor del vino, debido a que suaviza los bordes ásperos.
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Copa para vino blanco
Las copas de vino blanco son más chicas y presentan una apertura más pequeña en forma de U. Sus aromas frutados no necesitan tanta oxigenación para ser percibidos. Del mismo modo, al tener una apertura y un tamaño más pequeño, el vino blanco conserva mejor su temperatura.
Las dos principales copas para vino blanco son:
- Copa tulipán: Resalta el aroma a fruta y gracias a su tamaño es de fácil manipulación.
- Copa chardonnay: Cuenta con una forma redonda hacia el interior para canalizar y potenciar sus aromas.
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Copa para vinos espumantes
Las copas de espumante tienen una forma de “flauta” y es ideal para percibir los aromas de los espumantes. Además, su forma alargada permite apreciar la evolución de las burbujas. La más utilizada es la copa pompadour. Esta es baja en comparación a su gran abertura de la boca ocacionando que las burbujas desaparezcan rápidamente.
¿Cómo limpiar correctamente una copa de vino?
La mejor forma de limpiar una copa es enjuagarla con agua caliente y, posteriormente, rociarla con una mezcla de agua y alcohol en cantidades iguales. Luego se deberá fajinar, que consiste en repasar la copa y sacarle brillo con trapos secos y limpios hasta que quede completamente transparente.
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