Cuatro niños perdieron la vida y otros cinco se encuentran en grave estado tras la caída de un castillo inflable que fue arrastrado por el viento en una escuela al norte de Tasmania, Australia. “Puedo confirmar tristemente que cuatro niños han muerto, cuatro están en condición crítica y uno en condición grave”, declaró la policía local.
Todo ocurrió en un evento de una escuela primaria en el que se celebraba el fin de las clases. Allí habían preparado un castillo inflable para que los alumnos jugaran, pero nadie imaginó que una fuerte corriente de viento arrastraría el juego y lo haría caer de una altura de diez metros. Tras el terrible accidente llegaron helicópteros y ambulancias de rescate, para salvar a los niños.
Para este encuentro especial estaban convocados los padres de los niños que colaboraron con el evento, sin embargo, un encuentro ameno derivó en la peor de las tragedias. El primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo que lo que había ocurrido era “simplemente devastador”.
En su página de Facebook la escuela escribió que “hubo un accidente en el sitio de nuestra escuela. Vamos a cerrar la escuela por el resto del día” y le pidió a los padres que pasaran a retirar a sus hijos “con urgencia”.
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