El 14 de noviembre de 2017 fue la fecha en la que comenzó el calvario para la familia De Gracia, oriunda de Entre Ríos. Y es que ese martes su hija Catalina, de 5 años, presentó un cuadro febril y sus papás la llevaron al hospital Urquiza de Concepción del Uruguay en reiteradas ocasiones, para que recibiera la atención adecuada. Allí, sin embargo, sólo le dieron ibuprofeno. Cuatro días después, la nena murió. Desde ese entonces su familia apunta hacia los profesionales que la atendieron y reclaman justicia. Qué dicen desde el centro de salud.
Florencia Caminos, mamá de Catalina, explicó en diálogo con PERFIL: "Ninguno de los cinco médicos que atendieron a mi hija están imputados porque nunca los llamaron a declarar" y recordó: "Las veces que la llevé a Cata al hospital nunca le dieron otra cosa más que ibuprofeno cada 8 horas, lo único que pusieron el jueves a la noche fue un inyectable para bajarle la temperatura y me dijeron que la lleve de nuevo. Siempre se constató que ella tenía fiebre".
Empeoramiento. El viernes 17, 'Catita', cómo le decía su mamá, empezó a estar mal otra vez y nuevamente la llevaron al hospital. "Estaba lleno de gente y a mi mamá le dijeron que no podían molestar a los médicos, que iba a tener que esperar. Por eso decidimos ir a probar suerte para que la atendieron a la Maternidad Concepción (ahora cerrada) y ahí la pediatra que nos atendió dijo 'a esta nena hay que internarla ya'. Ella fue quien llamó por teléfono para que la internen ahí, porque en la Maternidad no hay internación pediátrica. Volvimos al hospital y ahí si me atendieron en la guardia, pero nunca la internaron a Cata", explicó Camimos.
Pese a su relato, desde el hospital sostienen que no tienen registro de que la familia haya estado en ese centro de salud el mismo 14. Angustiada, la mujer precisó que se le hizo una pericia a su teléfono celular "porque la pediatra de la nena, como en ese momento no estaba en la ciudad, dice que no se acuerda o perdió la memoria que yo le haya mandado el día a día del estado de salud de Cata. Con esa pericia, se corroboró que yo decía la verdad. Ella también trabaja en el hospital público y es compañera de todos los que están nombrados en la causa. De las cámaras de seguridad el hospital ellos dicen que el día martes no hay registro de mi visita, y sólo tiene del jueves y viernes, porque de los martes y miércoles supuestamente las cámaras no estaban funcionando".
Dudas. "El director del hospital, Pablo Lombardi, dice que desconocía las causas de muerte de Cata, quien falleció el 18 de noviembre de 2017. Pero en marzo de 2018 nos llamaron de la casa funeraria para darnos los papeles que presenta el hospital y en la causa del deceso, la médica que la atendió esa noche puso que era por una neumonía, aunque el director había dicho a los pocos días de la muerte de la nena que no sabía la causa de muerte. Ahí se contradice, no era conveniente para él decir en ese momento que la nena murió de una neumonía cuando todos saben que, tratada a tiempo, se puede curar. Es muy injusto lo que hicieron con mi hija. Lo que más bronca e impotencia da es que ninguno de los médicos fue llamado a declarar, todos siguen trabajando normalmente", detalló la mamá de la menor.
"Lo que más bronca e impotencia da es que ninguno de los médicos fue llamado a declarar, todos siguen trabajando normalmente"
Pedido de justicia. "La fiscal Gabriela Sero, la primera de la causa, quería una ampliación de la autopsia, para determinar por ejemplo qué tipo de neumonía y qué médico tendría que haber actuado diferente para ver el grado de imputabilidad. Los resultados de la autopsia llegaron en septiembre y hasta ahora no están esos puntos. Hubo una junta médica el 27 de febrero para la ampliación de los puntos que pidió la primera fiscal. El 30 de noviembre de 2018, la causa fue tomada por la fiscal, María Graciela Occhi, quien dice que también estaba de acuerdo en la ampliación de los puntos porque para ella son todas responsables", añadió. Sin embargo, hasta el momento ninguno de los profesionales fue llamado a declarar.
Seguir adelante. La lucha de Florencia es compartida por su marido, Cristian De Gracia. Ambos se encuentran bajo contención psicológica. "Nos quedó la culpa de por qué no llevamos a Cata a atenderla otro lugar. Lo íbamos a hacer el domingo pero no llegamos, ella murió antes. Para seguir, nos apoyamos mucho en nuestra otra hija Zoe, que ahora tiene 3 años, pero es difícil porque a la vuelta de mi casa tengo la escuela Parroquial a la que iba Cata al Jardín y ver a los nenes que pasan con el uniforme de los colores que llevaba la nena... prácticamente no quiero salir para evitar verlos. Cuando escucho el timbre del recreo me parece que siento su voz. Es terrible lo que nos destruyeron la vida".
Respuesta del hospital. El 23 de noviembre de 2017, cinco días después de la muerte de Catalina, Pablo Lombardi, director del Hospital Urquiza, dio su explicación sobre el hecho durante una entrevista con el programa “Las Cosas por su nombre” en Radio 9 y manifestó: "Para nosotros es también una tragedia. Nos duele cuando fallece un chico, una persona joven, alguien que tenía toda una vida por delante". Asimismo, agregó un mensaje para la familia: "Nos solidarizamos, estamos a disposición de ellos para lo que precisen. No estamos acostumbrados a que pasen estas cosas, no se dan habitualmente y cuando ocurren, nos golpea a todos".
En ese contexto, el médico explicó: "En el registro que tenemos de guardia en el hospital, lo chequeamos varias veces, la primera consulta es el miércoles a las dos y media de la tarde, con fiebre de 24 horas de evolución aproximadamente. La pediatra de guardia la evalúa no constata en ese momento que haya estado con fiebre, lo cual no quiere decir que no haya estado con fiebre en la casa. Uno cree y hace caso al relato de la mamá que la acompaña".
Sin embargo, los padres de Catalina sostienen que llevaron a la nena el martes a atenderla al hospital aunque en el lugar no tienen registro de esta consulta. Sobre esto, Lombardi manifestó: "Es muy difícil que pase (que no se registre el ingreso de un paciente). De todas maneras no tengo por qué dudar en la versión de la mamá, y tampoco me parece que cambien el fondo de las cosas. Ahora tenemos un sistema de guardia informatizado. El paciente ingresa, se anota en el ingreso de guardia, eso queda registrado en la computadora y en el libro de guardia".
Asimismo, concluyó: "Para nosotros es una tragedia. Personalmente estoy deshecho con el tema, ni la conocí a la nenita ni los conozco a los papás. No queremos tapar las cosas, ni embarrarlas, ni mucho menos. El manejo que se hace con un chiquito febril en la guardia, en esta y en todas las guardias de todos lados, es tratar de buscar un foco infeccioso, ajustar el tratamiento antibióticos si es que lo necesita la causa puntual que está generando el problema, y no actuar de otra manera porque estamos viendo, cada vez más, gérmenes más resistentes, más agresivos a la comunidad y que no responden a los antibióticos comunes. Entonces hay toda una política de tratar de cuidar, y no me refiero económicamente, sino de todos los recursos que tenemos".
Contactado por PERFIL días atrás, Lombardi aseguró que se trata de "un tema muy doloroso para la familia y para todos los que trabajan en el hospital" e indicó que no quiere agregar "más de lo que dijo hasta ahora". De este modo, remitió a sus dichos mencionados en la entrevista concedida en noviembre de 2017.
CP