Rito de pasaje. Así definen, cuando se encuentran para dialogar, las Defensoras de Género de PERFIL: Diana Maffía, la primera en ocupar el cargo el 23 de septiembre de 2018, y que publica hoy su última columna; y Mabel Bianco, quien asumirá el cargo desde el próximo domingo 4 de agosto.
La charla duró casi una hora y se centró en los desafíos y expectativas del futuro, tanto sobre su trabajo en el cargo –en el que PERFIL fue el medio pionero en el país–, como de la Argentina, a través de su mirada particular como académicas y feministas. Aquí, algunos de los intercambios de esa tarde.
—Nos gustaría empezar por el final: que Diana pueda hacer una conclusión sobre el desafío que le propusimos hace casi un año.
MAFFIA: Lo primero que tengo que decir: abandono con duelo, por circunstancias personales. Era un desafío completamente nuevo y no tenía mucho donde apoyarme, porque no había antecedentes: sí de periodismo feminista, de trabajos sobre imagen y lenguaje, pero la única defensoría que recordaba es la que hizo Clara Fontana en la revista Luna, que luego publicó. Era filósofa y murió hace poco. La revista, muy original, era de editorial Perfil también. Ella incluía cosas de sociología, filosofía, historia; y lo hacía con un lenguaje muy accesible.
Yo no tenía idea de cómo iba a ser. Las primeras formas de trabajo fueron obvias: contar cuántas mujeres hay; cuántas editoras, columnas, protagonismos femeninos. Las primeras sugerencias que hice resultaron en cambios. Sentí mucha receptividad: que en un suplemento muy masculinizado como el de deportes se incluyeran periodistas y temas de mujeres; y en el de campo, en el que erróneamente el trabajo femenino está muy invisibilizado, se logró. Me llamaron porque había disposición previa, apertura; y decidieron poner a alguien que marcara el rumbo.
En estos meses la columna fue tomando identidad, y eso tuvo que ver con las cuestiones políticas; de hecho, la sección 50/50 es maravillosa y he hecho comentarios en positivo porque esa página es como debería ser todo. Ojalá todos los diarios tuvieran ese tipo de espacios, poniendo el ojo en lo que hay que poner. Y pretendí dialogar además con algunos columnistas. También siento que, si siguiera, habría que seguir haciendo cambios. Dejaré en manos de Mabel, con su estilo y maneras, esos desafíos. Pero creo que el intercambio de miradas feministas es muy valiosa.
—¿Y sus expectativas, Mabel?
BIANCO: Son muchísimas. Tendré que meterme más de lleno en todo el contenido del diario y en secciones que habitualmente nunca leo. Y me interesa mucho, por ejemplo, cómo es la mirada en lo político. Porque en lo político, se supone que estamos todos y todas, ¿no? Pero realmente no estamos.
M: Esa fue mi insistencia durante todo este año, porque todo parecía un vodevil,pero solo protagonizado por hombres. ¿En qué se revelaba que hay paridad este año?
B: Las listas parecen forzadas y son forzadas, porque las mujeres van –salvo poquísimos casos– siempre segundas, y además, puestas a las apuradas: mujeres, hijas, familiares. Y algunas tienen mucha más capacitación que los hombres que tienen delante.
Me toca empezar justo en el mes en que está todo en ebullición, en las PASO, pero también me parece interesante esto de mirar líneas a futuro. Será divertido, trataré de suavizar mis comentarios porque mi estilo a veces es un poco directo (ríe), y marcar las cosas que me llaman la atención para corregir. Y creo que será importante también apoyar las ideas de las periodistas mujeres; y marcar cómo a veces en cualquier lugar donde se desempeñen, el camino para las mujeres es menos fácil.
Ambas se detienen también en el rol que ocupan los jóvenes en los cambios de paradigma, tanto sobre las miradas sobre los temas de género como en la política, y en la “fuerza imparable” que suponen. “Durante el debate por la ley de interrupción voluntaria del embarazo, el año pasado, eso se vio: el debate se logró en las casas, en las escuelas, en las universidades; y se logró de manera capilar, que es la manera de actuar que tiene el feminismo cuando se organiza”, dice Maffía. Y Bianco apunta que es importante destacar que “hay un 2% del padrón de los más jóvenes que no podrá votar, y eso resulta preocupante”.
Para Maffía, que los candidatos hayan incluido en su agenda hablar del aborto es porque “el tema está instalado: en las entrevistas televisivas siempre hay un momento en el que la pregunta surge. Esto nunca ocurrió. Solo nos ocurría a las mujeres”, y Bianco agrega: “Y había que eludir la respuesta. El problema es hasta dónde pesará que los adolescentes –que es el grupo fuerte que apoya– participen menos”.
Cambio de manos. “La columna de Defensoría de Género es para que la lean quienes aún tienen prejuicios sobre el feminismo. No saben qué bueno resulta mirar el mundo desde otra perspectiva”, sugiere Maffía. “Y para la mirada interna”, agrega Bianco. “Dejo como tarea para poner el ojo en el tratamiento de algunos grupos étnicos, xenofobia y demás diversidades”, cierra la defensora saliente a su par recién asumida, antes de fotografiarse juntas y de despedirse con afecto.
El debate por el aborto legal
—Cuando hablamos el año pasado, el tema de la ley de despenalización y legalización del aborto estaba en ebullición. Pero de la mano de los oportunismos electorales, la sensación pareciera ser de que hubo un retroceso. ¿Qué piensan?
M: Estoy de acuerdo. Yo empecé en septiembre, y habíamos tenido el debate en agosto. Lo destaco porque generó una manera de movilización sin caciques que puso un millón de mujeres en la calle, y que se haya generado tanto impacto dentro y fuera del Congreso creo que fue la experiencia de democracia deliberativa más importante que tuvo este país; las mujeres como protagonistas, hablando con fundamento, porque para este momento había mujeres con formaciones muy diferentes, datos y argumentos, y hubiera sido bueno que fuéramos la mitad de las expositoras y que, en algunos casos, no hubiera sido tanta la toma de la palabra por sujetos que están lejos de la experiencia del proyecto de maternidad y embarazo. Pero las expresiones políticas no solo no capturaron esas oportunidades, sino que las silenciaron.
B: Es una realidad el miedo que le tienen al tema. En realidad, es terror, sienten que es “piantavotos”, y ése es uno de los problemas más serios que tenemos: aparecen las voces de los grupos religiosos. Fue terrible la falta de visión de no entender lo que es la técnica legislativa; este año ni siquiera hay un plafón para que se discuta, aunque el proyecto actual (de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito) introduce cambios muy favorables.
Valiosa experiencia
Es médica graduada en la Universidad del Salvador, con un máster en Salud Pública y especialista en Epidemiología y Estadísticas.
Fundadora y presidenta de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM). Además, lidera la Coalición Internacional de Mujeres y Sida de Naciones Unidas.
También coordina la Campaña Mundial “Las mujeres no esperamos. Acabemos con el VIH y la Violencia contra las mujeres ya!”
Fue miembro del Comité Asesor de la Oficina Regional y de varios comités de ONU Mujeres.
Recibió, entre otros, los premios de Mujer Distinguida, por la ONU; Dignidad 2013, por la APDH; y Women Deliver la consideró en 2011 como una de “las cien personas comprometidas con las mujeres del mundo”.