La integridad del entorno familiar, indispensable para la salud de los niños, se ve amenazada por un fenómeno cada vez más recurrente que afecta a los padres de muchas familias en el marco de los conflictos post divorcio. Estudios recientes confirman que 2 de cada 3 denuncias contra papás por abuso sexual resultan falsas. La problemática, entendida como 'discriminación inversa', repercute directamente en la experiencia emocional de los chicos, que sufren silenciosamente el impacto repentino de no tener contacto con uno de sus progenitores.
Las estadísticas difundidas por Marta Albarracín, especialista en abuso infantil e investigadora del Conicet, ponen el foco en las denuncias por abuso sexual que recaen sobre muchos padres tras divorciarse. Más de la mitad de esas denuncias, casi dos terceras partes, resultan siendo finalmente desestimadas, al comprobarse que eran falsas.
Dada esa situación, son muchos los hombres víctimas de las acusaciones que denuncian graves asimetrías en el funcionamiento de la Justicia, debido a una perspectiva de género que empatiza solamente con las mujeres, argumentan.
La situación se agrava por el cuadro anímico de los niños de padres separados, que pasan por la vivencia triste y traumática de no poder volver a ver a su papá.
Esos padres encuadrados en dicha problemática se enfrentan a una amenaza silenciosa, que los desvincula por completo de sus hijos frente a cualquier denuncia en su contra, sea real o ficticia.
Uno de los casos de mayor repercusión pública es el del periodista Sebastián Domenech, denunciado por maltrato por su expareja y madre de sus mellizos. Si bien la Justicia desestimó las acusaciones, el hombre lleva 7 años sin ver a sus hijos y tiene prohibido hablar de los niños públicamente (en caso contrario, recibiría una multa).
La situación de Domenech es representativa de un fenómeno más extendido que involucra a muchos padres en idéntica condición.
La problemática de la discriminación inversa abre un interrogante: ¿por qué motivo un padre puede pasar años sin tener contacto con los hijos incluso habiendo sido absuelto por la Justicia?
El ex juez de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Luis Mizrahi, enumera las siguientes razones:
- Mal funcionamiento de los tribunales
- Jueces no suficientemente capaces: muchos de los candidatos más idóneos no llegan a ejercer el cargo debido a la creciente digitalización de casos.
- Muchos psicólogos desconocen la problemática.
En un intercambio exclusivo con PERFIL, Héctor Baima, fundador y presidente de la Asociación de Familiares Separados (AFAMSE), aportó su visión acerca de la problemática.
"Hoy más del 60% de las causas que ingresan en el Fuero de Familia corresponden a denuncias por violencia familiar. Denuncias que en todo el país no requieren ningún tipo de pruebas: solamente la manifestación de la persona, generalmente es la mujer, la madre o la pareja (...) Este tipo de denuncias no tiene ninguna prueba ni tampoco es necesario realizar la denuncia bajo juramento de decir la verdad", puntualizó la máxima autoridad de AFAMSE.
"Acá prevalece mucho la mentira como para obtener algún tipo de beneficio", explicó Baima. "El problema es que cuando el juez imparte la medida cautelar, el padre obligatoriamente tiene que recurrir a abogados caros... Tengamos en cuenta que hay un 50% de pobreza en el país y es muy difícil acceder a un abogado que hoy puede estar cobrando entre 80 mil a 200 mil pesos por llevar causas de familia. Pocas personas lo pueden abonar".
"El padre necesita un abogado porque el juez cuando impone la medida cautelar de prohibición de contacto y acercamiento, no dice nada acerca de los chicos. A veces la medida cautelar no incluye a los chicos, y muy pocas veces, alrededor del 5%, incluye a los chicos", detalló.
"Entonces cuando no incluye a los niños, el padre puede ver a sus hijos, pero como no se puede acercar a la casa de la madre, el padre obligatoriamente tiene que recurrir a la Justicia", continuó Héctor Baima.
"La Justicia es muy lenta", sentenció Baima. "Hay ciertas opiniones que avalan que la Justicia ha dejado de ser Justicia. Directamente los jueces son administradores de la política de género del Estado, por lo cual la justicia desaparece".
CA