Dos tigres de Bengala fueron rescatados de un terreno rural en la ciudad de Balcarce, en la provincia de Buenos Aires. Los felinos estaban en cautiverio y fueron trasladados por tierra hasta el Aeropuerto de Ezeiza, desde donde serán enviados a un santuario en Jordania, según informó el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Emiliano Villegas, coordinador operativo del área de fauna de la Brigada de Control Ambiental (BCA) del Ministerio, explicó que este rescate es el resultado de una investigación iniciada en 2020 sobre la caza ilegal de grandes felinos en Argentina. Durante la investigación se descubrió un predio en Balcarce donde se criaban animales para cotos de caza ilegales, entre ellos los dos tigres de Bengala.
Los tigres fueron trasladados ayer por la tarde en vehículos terrestres hasta el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, desde donde serán enviados al santuario Al Ma’wa for Nature and Wildlife en Jordania, según se detalló en un comunicado de prensa.
Tras el hallazgo, el Ministerio de Ambiente se puso en contacto con Four Paws, una organización dedicada al rescate de grandes felinos en todo el mundo, que cuenta con sus propios santuarios donde los animales rescatados pueden vivir de manera digna.
Los dos tigres rescatados son machos de 5 y 18 años de edad, pertenecientes a la especie Panthera tigris tigris, que se encuentra en peligro de extinción a nivel internacional, según lo establecido por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites).
El rescate se llevó a cabo después de un allanamiento realizado en enero de 2021, durante el cual se encontraron, además de los tigres, trofeos de caza y más de 300 ejemplares vivos de fauna silvestre mantenidos en condiciones irregulares y sin la documentación que respalde su posesión legítima.
La mayoría de estos animales ya han sido reubicados en establecimientos dentro del país, según se especificó en el comunicado.
El operativo de rescate y evacuación de los felinos estuvo a cargo de personal de la Policía Federal de Mar del Plata, bajo una orden de allanamiento emitida por el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional número 1 de Mar del Plata, a cargo de Santiago Inchausti.
