SOCIEDAD
Sus videos tienen millones de visitas

Edutubers: los docentes que pasaron del aula a los canales virtuales

Son profesores secundarios o universitarios que, casi como un juego, empezaron a subir material para sus alumnos a YouTube. Su trabajo es a tiempo completo y aseguran que la educación online llegó para quedarse.

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Félix Díaz. Está al frente del canal Resúmenes Entelequia. Micaela Beloqui. Creó Matemática con Mica, y tiene 46.700 suscriptores. Damián Pedraza. Su canal es El traductor de Ingeniería. | gza.youtube argentina

Lo sabe cualquiera que haya abierto alguna vez YouTube y haya buscado la “lupita” para buscar: navegar los contenidos de esa red es como entregarse navegando en una cáscara de nuez a un océano infinito.

Las búsquedas de contenidos educativos, además, tienen su propio glosario: “Cómo trazar rectas perpendiculares”, puede buscarse. O “geometría analítica desde cero”, o “la voz en la antigüedad clásica”. Y así ad infinitum.

Desde el encierro y la pandemia, además, aprender se transformó casi exclusivamente en un acto virtual. Y allí aparecen los generadores del contenido del que los demás (millones, según los números provistos por la misma red social) se nutren. Los edutubers –así se denominan– se instalaron con fuerza. Tanta, que YouTube formalizó, junto con Unesco, una plataforma especial para curar y seleccionar cientos de miles en distintos países de habla hispana y los llamó, con lógica, Mi Aula (ver aparte).

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PERFIL conversó con tres de ellos. Vienen de ámbitos diferentes de la docencia y la academia, pero –cada vez más– el contenido que producen para YouTube se va transformando en su actividad principal.

Es el caso de Félix Díaz, responsable del canal Resúmenes Entelequia, “comenzó como un proyecto propio y orgánico; mi idea era subir resúmenes para mis propios alumnos. En un primer momento solo eran audios que resumían las clases que dictaba sobre Psicología, Sociología y Filosofía. Pasados unos meses, vi el potencial que tenía al observar que las vistas de mis videos superaban con creces la cantidad de alumnos que tenía en mis comisiones”, cuenta el docente formado en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.

Confiesa que se sorprendió al ver cómo más personas del país y del exterior, fuera de sus cátedras, los consultaba e interactuaba con ellos.

“Si bien los videos educativos ya eran populares en la plataforma, tuvieron un gran impulso durante la cuarentena. En 2020, con la llegada de la pandemia y las medidas de distanciamiento y aislamiento social, la comunidad Edutuber ayudó a las personas a aprender y mantenerse al día con sus estudios, y a los docentes a continuar con los procesos de enseñanza acercándose a los alumnos a través de un lenguaje y contenido más afín a ellos”, explica Karina Szmulewicz, responsable de Family & Learning para YouTube Argentina.

Hoy, Díaz es edutuber a tiempo completo: “Ocupo gran parte de mi día a responder comentarios, que es una parte fundamental en un canal educativo; ya que más allá de agradecimientos y demás, siempre hay alguna duda puntual sobre el contenido o cómo desarrollar más un tema”, asegura.

Reinventarse. En 2012, Micaela Beloqui, creadora de Matemática con Mica, armó un espacio en YouTube “para llegar a mis estudiantes en cualquier horario y lugar. Y en lo posible, de forma gratuita”, recuerda. “Pese a la falta de conocimiento de edición y herramientas para grabar, las clases salieron igual: ellos debían tener las clases como sea. En cualquier rincón de la casa, con los elementos que había al alcance, los videos comenzaron a rodar”. Sin darse cuenta, asegura, se convirtió en edutuber: “Nunca fue mi intención, pero acepté el título para llegar a más alumnos. Esa es mi pasión”, asegura.

La docente dedica entre 4 y 8 horas por día, de lunes a viernes, a su canal. Trata de hacer “videos cortitos y puntuales sobre diferentes temas, han tenido la aceptación de los que buscan ese contenido específico. Los mensajes que dicen que ‘al fin entendieron’ me han dado una energía extra para seguir enseñando aquello que está faltando”, confiesa.

¿Y cómo son recibidos en el mundo académico “tradicional”, el del aula y el espacio presencial? “He tenido críticas de docentes que no avalaban mi trabajo en YouTube, o muchas veces decían que no utilizaba los términos correctos. Eso me daba más ánimo, porque muchas veces, al no decodificar el concepto, los chicos han dejado la materia para después, la han abandonado y lograron generar tabúes que no son fáciles de erradicar. Hoy en día, luego de la pandemia, estos docentes han tenido que hacer lo mismo que criticaban”, dice. “Soy madre de tres adolescentes que aún requieren mi atención, así que dividirme entre mamá, profesora y edutuber es bastante difícil. Pero, a la vez, gratificante”, ríe.

Para Damián Pedraza, transformarse en El traductor de Ingeniería fue casi como adquirir una personalidad de superhéroe. “Empecé con el canal en 2015, cuando estaba cursando la carrera de Ingeniería, sin intención de ser creador de contenido. Mi primer video fue sobre un tema de matemática, tratando de simplificar y explicar algo que consideraba complejo”, cuenta. “Le dedico mucho tiempo al canal: desde pensar qué contenido quiero hacer, estudiar para un nuevo video, preparar los equipos o buscar la forma de mejorar la técnica. Siempre estoy pensando en los videos, es mi trabajo a tiempo completo”, explica.

“Nos enfrentamos a devoluciones y reacciones todos los días, no solo de estudiantes y docentes, sino también de otros creadores de contenido. Considero que toda opinión es valiosa mientras esté fundamentada y se agradecen los puntos de vista que ayudan a mejorar. A la gente, en general, le gusta lo que hago y entiende el compromiso que tengo con la intención de conectarme con las personas a través de un canal de YouTube”, confiesa, pero va más allá: “Grabar un video de buena calidad que pueda hacerte pensar o reflexionar y vaya más allá de explicar un tema para que cualquier persona lo utilice me emociona y me motiva. Es maravilloso pensar que si en un futuro tengo hijos, quizás puedan aprender o entender un tema de un video del Damián de 20 años”, reflexiona sobre su nueva “personalidad”.

 

Un aula virtual, libre y abierta

Para aprovechar el caudal de contenidos virtuales educativos que producen los usuarios, YouTube se asoció con Unesco y armó el canal Mi Aula, una plataforma para “ordenar” y presentar, en un solo espacio –abierto y con contenido diverso– ese material. El objetivo: poner a disposición de estudiantes y docentes del nivel secundario “contenido de calidad ordenado por año y materia, de acuerdo a los planes oficiales de educación”. “Este nuevo contexto nos demostró que a través de YouTube las personas –en este caso estudiantes y docentes– pudieron conectarse en cualquier momento y lugar”, explica Karina Szmulewicz, la responsable del canal para YouTube Argentina. “Especialmente al inicio, esta tarea fue difícil para todos: educadores, estudiantes y familias. Así pensamos el centro de aprendizaje”, agrega.

“Buscamos brindar a los edutubers, nuestra gran red de proveedores de contenido, un espacio que les permita compartir sus conocimientos con el mundo y además, promover este contenido para acompañar a las personas que acceden a la plataforma para aprender”.