SOCIEDAD

El abogado del gasista asegura que su cliente "es un chivo expiatorio"

Hugo Bufarini defendió a Carlos García. El operario habría sido quien estaba cambiando el medidor cuando explotó el edificio.

Todo indica que se trató de una fuga de gas.
| Telam

El gasista Carlos García, detenido por haber trabajado en el edificio de Rosario que explotó tras un escape de gas, sufrió "un preinfarto" y quedó sumido en un "pozo depresivo" por la tragedia, dijo hoy su abogado, Hugo Bufarini, y sostuvo que el operario "es un chivo expiatorio".

García, de 55 años y gasista matriculado, quien fue arrestado junto al ayudante con el que ayer intentó realizar reparaciones en el edificio de la calle Salta, esperaba ser indagado por el juez Juan Curto en la causa, en la que está imputado por "estrago culposo". "El es un chivo expiatorio", dijo el letrado Bufarini, y señaló que el gasista solía realizar tareas para la empresa distribuidora Litoral Gas.

Al defender a su cliente, el abogado aseguró que la explosión que provocó muertos y heridos "no es una negligencia de una persona". "Incluso los vecinos dicen que la semana previa hubo pérdidas de gas en ese edificio", remarcó.

Bufarini señaló que ante la conmoción que generó la explosión el gasista no pudo declarar ante la Justicia por haber sufrido "un preinfarto" y afirmó que se encuentra en "un pozo depresivo muy grande". "Hemos hablado con la familia. Tiene más de 20 años de oficio, figura como matriculado en Litoral Gas, pertenece a la Asociación de Gasistas Matriculados de Rosario", indicó el letrado.

El abogado del gasista dijo que el médico policial lo volverá a revisar para ver si puede declarar ante la Justicia. La casa de García fue allanada hoy por los investigadores, donde secuestraron un vehículo que utilizaba para sus labores.