Los frecuentes accidentes encendieron la alarma. La gran cantidad de muertos y heridos puso en evidencia que la imprudencia y los errores humanos son los factores que provocan que, cada día, las noticias tengan que dedicar un espacio central a contar las víctimas mortales en las rutas argentinas. Según los especialistas, el exceso de velocidad es la principal causa de accidentes en el país, seguida por la distracción de los conductores, la fatiga, el consumo de alcohol y la falta de conocimiento de la señalización.
El viernes 19, el gobernador bonaerense Felipe Solá decretó la emergencia vial en la provincia de Buenos Aires y llamó a la población a tener conductas racionales y evitar “tantas muertes inútiles”. Pero los accidentes no cesaron. Al día siguiente hubo un muerto y nueve heridos en dos accidentes en rutas que van hacia la Costa Atlántica, y el viernes 26 cinco personas resultaron heridas al chocar un auto y un camión de caudales, cerca de Mar Chiquita. El lunes 29 en Los Polvorines, un tren arrolló un auto, muerieron en el acto seis jóvenes, de entre 20 y 25 años.
“El exceso de velocidad es la causa más frecuente en la producción de accidentes”, explica Alicia Copello, integrante de la asociación Luchemos por la Vida. La distracción de los conductores, unida a la velocidad, hace que se pierda rápidamente el control del automóvil. Hablar por teléfono celular, girar la cabeza o hacer un movimiento brusco puede derivar en una pérdida inmediata del control, cuando el vehículo circula a alta velocidad. La escena se repite con frecuencia en el caso de los autos deportivos ya que muchos conductores declaran que “dentro de esos autos la velocidad no se nota”.
“La mayoría de los autos deportivos vienen a 160 o 170 kilómetros por hora, cuando lo permitido es 120 o 130, en algunos tramos. Las rutas, los zanjones y las banquinas están construidos de acuerdo con esas máximas”, dijeron a Perfil fuentes del control policial de Dolores. En efecto, de los últimos accidentes graves que se registraron, tres fueron protagonizados por autos BMW. En ninguno de ellos el conductor del auto resultó muerto, pero en todos los casos hubo víctimas mortales.
“Un factor fundamental son los sobrepasos en lugares no permitidos, donde hay doble línea amarilla, en los puentes y las curvas”, explica Gastón Pérez, director general de Seguridad Vial de la provincia. Los operativos de control policial en las rutas bonaerenses detectaron que, además, hay un gran desconocimiento por parte de los conductores acerca de los caminos a tomar. “ Hay accidentes provocados por conductores que giraron en U sobre la misma traza porque se equivocaron de ruta”, explica Pérez. Otra causa importante es el desconocimiento del vehículo a la hora de salir a la ruta. En la temporada de verano, es habitual que quienes nunca condujeron fuera del área urbana se animen a ir hacia la Costa Atlántica sin tener en cuenta las particularidades del manejo en ruta y las limitaciones del propio auto. Según Pérez, en los lugares en los que está permitido el sobrepaso, por haber línea blanca entrecortada, muchas veces “no se anuncian las maniobras”, no se respetan las distancias entre automóviles o los conductores no tienen experiencia y no conocen al vehículo en forma suficiente como “para calcular la aceleración y el frenado”.
Tomar conciencia. La falta de verificaciones técnicas vehiculares, el estado calamitoso de algunas rutas y el otorgamiento de licencias de conducir en forma irregular, también contribuyen con el fenómeno. Según una encuesta realizada esta semana por Perfil.com, el 82 por ciento de los consultados aseguraron conocer a alguien que obtuvo su registro de conducir de manera ilegal.
La fatiga y el alcohol son otras de las causas más frecuentes en la producción de accidentes. Desde el Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV), se recomienda a los conductores que tomen un descanso cada 200 kilómetros o dos horas de manejo. “Aunque sea unos pocos minutos, que bajen del auto, tomen algo, descansen la vista y el cuerpo para poder volver a concentrarse cuando retoman el viaje”, recomienda Eduardo Bertotti, director del organismo.
El consumo de alcohol provoca la pérdida de reflejos del conductor. La premisa parece obvia, pero no lo es. En lo que va del año, se hicieron 1.909 controles de alcoholemia en las rutas que van a la Costa Atlántica, de las cuales 413 dieron un resultado positivo no punitivo (hasta 0,50 gramo por litro de sangre) y 157 fueron punitivas.
Instalarán 40 radares
El gobierno de Felipe Solá instalará 40 nuevos radares para el control de velocidad en las rutas bonaerenses y comprará 100 alcoholímetros adicionales, según confirmó ayer a Perfil el jefe de Policía de Seguridad Vial, Gastón Pérez.
A mediados de diciembre pasado se colocaron 10 controles de velocidad en las rutas que van a la Costa Atlántica y 6 puestos de alcoholemia.
Pero, hasta el momento, la Policía no puede labrar multas por el exceso de velocidad, sino que simplemente debe hacer llamados de atención y dejar asentados los datos. “El objetivo no es recaudar, sino prevenir la accidentología vial”, aseguró Pérez.
Los controles de alcoholemia, ubicados en las rutas 2, 11, 36, 226 y 36 se realizan en forma sorpresiva, en distintos horarios y lugares, pero generalmente cerca de parrillas y lugares de paso para los conductores.