SOCIEDAD
la historia del ladron que no puede parar de robar

El “Gordo” Sáez, el cerebro de un golpe millonario en la ruta

Sería el cabecilla de la banda que le robó 1.200.000 pesos a 46 comerciantes que viajaban a La Salada. Hace un mes salió de prisión. Tiene condenas por homicidio, robos agravados y asociación ilícita.

Allanamiento. El presunto jefe de la banda fue detenido en un operativo realizado en Trelew.
| Diario El patagonico

nadia galan
Simuló ser uno de los 46 comerciantes que querían realizar el tour de viajes hasta la feria de La Salada, en la ciudad bonaerense de Lomas de Zamora. Se acomodó en una de las butacas del ómnibus que partió desde Puerto Madryn y esperó a que avanzara unos 45 kilómetros para gritar: “Arriba las manos, esto es un asalto”. Sacó un arma y un cómplice, que también estaba camuflado entre el pasaje, repitió el mensaje. Robaron más de un millón de pesos y huyeron.
Parecía un robo perfecto pero, tres días después, Carlos Sáez fue detenido por la policía de Chubut como principal sospechoso por el caso, luego de un par de allanamientos realizados en Trelew. Para el fiscal de la causa, Alex Williams, se trataría del cabecilla de la banda que, con 29 años, ya cuenta con un amplio prontuario que va desde distintas causas por robos hasta un homicidio.
El “Gordo” Sáez nació en Trelew en 1986 y vive en el barrio Planta de Gas. Cumplió una pena de nueve años de prisión por el homicidio de su vecino Nelson Henrique. El 16 de mayo de 2005, Sáez se presentó en la casa de este hombre junto a su hermano y otros dos familiares y empezaron a arrojarle piedras a la vivienda. Cuando Henrique salió, recibió un disparo en el abdomen que provino del arma del “Gordo”, según entendió el tribunal que lo juzgó.
Su última sentencia, por robo agravado, finalizó hace apenas un mes: fue acusado de integrar una banda de más de veinte personas que robaba artículos electrónica. “Pero además tiene condenas por robos agravados, robos simples, asociación ilícita y causas por amenazas, lesiones, atentado, resistencia y desobediencia a la autoridad”, según un parte de prensa del Ministerio Público Fiscal de Chubut.

Gritos y disparos. Según la investigación, Sáez habría comprado un pasaje con un nombre falso y el miércoles 2 de diciembre se habría subido a un micro en Puerto Madryn con destino a la feria de La Salada, en Buenos Aires. Lo que se sospecha es que se sentó como uno más entre los pasajeros.
Cuando el micro, que circulaba por la Ruta Nacional 3, se había alejado uno 45 kilómetros del lugar de partida, los delincuentes gritaron: “Arriba las manos: esto es un asalto”. Se escucharon dos tiros y los gritos del resto del pasaje.
Los delincuentes esperaron a arribar a una zona conocida como Bajo Gualicho, donde se pierde la señal de los teléfonos celulares y las comunicaciones son imposibles. Uno de los ladrones les apuntó con su arma a los choferes y los obligó a desviarse de la ruta para tomar un camino de ripio. Mientras el otro juntaba en un bolso todas las pertenencias de los pasajeros. En dos vehículos, llegaron los otro cuatro integrantes de la banda. El robo duró pocos minutos y los delincuentes huyeron con 1.200.000 pesos. Nadie resultó herido.
Los delincuentes no sabían cúanto dinero podían recaudar pero estaban seguros de que la suma podría ser importante porque cada uno de los pasajeros llevaba suficiente dinero para gastar en la feria. “El viaje iba normal hasta que uno gritó ‘arriba las manos’ y vimos a dos tipos de mediana edad que se dividieron las tareas. Uno se encargó de sacarles las pertenencias a los pasajeros y otro, de controlar a los choferes”, contó a la prensa un hombre que iba en el micro.
Las cámaras de seguridad de la terminal captaron al sospechoso y esas imágenes les permitieron a los policías identificar al supuesto cabecilla. El fiscal lo imputó por “robo doblemente agravado por ser con armas y en banda” y la jueza le dictó la prisión preventiva.