El desastre ambiental que sacude las costas de Galicia, se originó luego de que un buque carguero de bandera de Liberia descargara en el mar toneladas de microplástico. Se estima que se trata aproximadamente de 26 toneladas de bolitas o "pellets" de plástico, según informa la agencia de noticias Telam.
"Es un derrame de petróleo con otro nombre. Es un crimen", alertó la eurodiputada Grace O´Sullivan.
El derrame se da en varias costas europeas, pero especialmente ha afectado la localidad de Galicia en España, dónde este jueves legisladores del Parlamento Europeo lo catalogaron como una "catástrofe ambiental".
"La catástrofe que estamos viendo en Galicia es sólo la punta de un enorme iceberg. La contaminación de nuestros mares con más de mil millones de pellets es un enorme desastre para el medio ambiente, los animales marinos y las comunidades locales", dijo Ska Keller, eurodiputada alemana del bloque de los Verdes, según la agencia AFP.
Galicia representa una región con fuerte actividad pesquera dónde el derrame de bolitas de plástico supone un riesgo para la actividad económica pero también para la vida marina y las personas. Las bolitas en cuestión, de hasta 5 milímetros de diámetro, se utilizan en la industria para la fabricación de envases, botellas o contenedores de plástico.
Los animales marinos ingieren estas diminutas bolitas de plástico, las cuales, posteriormente, terminan incorporándose a la cadena alimentaria humana.
Idioia Villanueva, eurodiputada española del bloque de Izquierda, dijo que "la emergencia ambiental que sacude a Galicia señala la necesidad de una legislación europea ambiciosa, que acabe con la impunidad de las empresas".
En tanto, Virginijus Sinkevicius, comisario europeo para Ambiente, Océanos y Pesca, dijo que la contaminación con pellets de plástico no tiene "soluciones fáciles, pero necesitamos acciones audaces y decisivas para proteger nuestros océanos".
Esos gránulos de plástico son ingeridos por animales marinos, por lo que pueden acabar en la alimentación humana.
Mientras tanto, la recolección meticulosa de pellets persiste en las playas. Además de los plásticos arrojados por el carguero, equipos de limpieza y voluntarios están retirando de las costas cientos de kilogramos de desechos plásticos. Este derrame de pellets es solo una pequeña parte de una marea silenciosa mucho más extensa: la de millones de toneladas de plásticos que ingresan al mar cada año.
JPO