En las décadas del 70 y 80, lo más tecnológico que había para consultar al pediatra era el teléfono. Por aquellos tiempos, el pediatra Mario Socolinksy revolucionó la televisión cuando atendía consultas al aire desde su histórico programa La salud de nuestros hijos.
¿Y ahora? En esta era hipermóvil, donde el celular con miles de apps se va tragando todo lo que encuentra por su camino (compras, fotos, chats, búsqueda de información, videos, calculadora, mapas, música y un largo etcétera), ahora las consultas al pediatra se hacen vía web, WhatsApp y otras aplicaciones.
El año pasado se presentó en nuestro país AhoraDoctor, la primera plataforma local que permite realizar consultas a profesionales de la salud a través de videollamadas. Tiene más de cien profesionales y está disponible para Android y iPhone. Las consultas se hacen en todo momento desde cualquier rincón del país. “Esto permite ahorrar tiempo y costos de traslado al consultorio, y evitar salas de espera”, dijo Guillermo Borel, su CEO.
El abuso de las consultas por Whatsapp ‘enloquece’ a los médicos
Hay más servicios similares, tanto en apps (Doc24) como en sitios web. Hasta las prepagas y algunas clínicas ya tienen sus servicios de consulta online. Por las dudas, todos aclaran: no deben reemplazar al médico tradicional. El vínculo médico-paciente tiene que seguir siendo presencial y no mediante la tecnología.
Hay otro riesgo importante en el uso de estas apps, mensajeros tipo WhatsApp y otros dispositivos vinculados a la salud, y es la protección de los datos personales.
En la era del Big Data, nuestros datos clínicos circulan vestidos de bits y de a millones por la nube. Servidores que pueden estar alojados en la provincia de Buenos Aires o en Islandia. ¿Quién y cómo se protege nuestra información más sensible? Nadie lo sabe.
Mario Socolinksy no llegó a ver este fenómeno digital. Falleció en 2007, justo antes de que Steve Jobs presentara el primer iPhone y el mundo cambiara para siempre.
(*) Periodista especializado en tecnología.