SOCIEDAD
crean viveros y hacen talleres de paisajismo urbano

Emprendedores llevan el diseño a la botánica

20190505_viveros_diseño_botanica_potit_g.jpg
El vivero Potit. Llegó hace tres años a Palermo y desde entonces no para de crecer. | Gza Potit

Viveros que mezclan plantas y diseño; workshops y laboratorios de experiencias y paisajismo urbano. La botánica está de moda, y gracias a las redes sociales, amplía su público y permite que surjan emprendimientos ligados a las plantas y la naturaleza, donde lo estético se une con información.

Potit es un vivero que llegó hace tres años a Palermo y desde entonces no para de crecer. Con miles de seguidores en las redes sociales, su “vidriera” más fuerte, sus plantas y macetas de diseño, se venden en el local, donde hacen la jardinería y asesoran a clientes. Y acaban de abrir su segundo local, para dar workshops.

“Cuando abrí no había un espacio que combinara vivero con diseño, y donde la jardinería se haga ahí, in situ, en el momento. Había locales que trabajaban con macetas de cerámica, pero no como ahora, que hay un boom”, cuenta Sofía Ferreira Lima, su dueña, que mientras trabajaba en marketing, buscaba un proyecto que uniera sus intereses por las plantas y la decoración.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

“Quería ahondar en este mundo del diseño ‘plantístico’. Además, algo que me pasaba cuando iba a los viveros era que me sentía perdida y me faltaba asistencia. Si no investigás, es difícil comprar. Así que me propuse armar un lugar donde la gente pueda disfrutar estéticamente de lo que ve; aprender, y llevarse una planta que le vaya bien con su espacio”.

Compañía Botánica también  surgió de la unión del diseño y la pasión por las plantas. En 2013, en un taller de cerámica, lo que arrancó como un hobbie para Cecilia Bernard y Meena Ferrera –una arquitecta, la otra escenógrafa–, se convirtió en un proyecto full time y una marca desde la que no solo venden un producto, sino que también enseñan de plantas, huertas y jardinería urbana, dan workshops, hacen ambientaciones y escribieron un libro.

“Algo innovador cuando empezamos fue que compartíamos imágenes de plantas e información de cómo cuidarlas. No solo vendíamos el producto. Y en poco tiempo nos empezaron a hacer consultas y pedirnos talleres”, cuenta Bernard. Las redes fueron una herramienta fundamental en su desarrollo, que les permitió construir una comunidad de más de 90 mil seguidores.

Ese mismo año, Florencia Carella creó Herbario, un laboratorio botánico y un estudio de diseño, que empezó vendiendo terrarios geométricos y fue sumando servicios de ambientación y decoración con plantas de interior y exterior en casas; e intervenciones para marcas y locales. “Cuando trajimos la idea de los terrarios acá todavía no se veían tanto, y eso generó mucho impacto. Nuestra propuesta siempre fue acercar la naturaleza a la vida cotidiana. Hoy somos un estudio integral de paisajismo urbano. Vamos de lo pequeño, que son las piezas que diseñamos, a las ambientaciones, producciones, jardines, terrazas y espacios verdes”.