El ADN hallado en el cuerpo de la joven Anahí Benítez pertenece a Marcelo Villalba, uno de los acusados y detenidos por el crimen de la joven que había desaparecido de su casa el pasado 29 de julio y a los seis días encontraron su cuerpo semienterrada en una reserva de Lomas de Zamora.
Villalba fue el segundo detenido, acusado de encubrimiento agravado, debido a que su hijo, de 17 años, dijo que le había regalado el celular que, en realidad, le pertenecía a Anahí.
Según confirmaron fuentes policiales a la agencia de noticias DyN, "en el hisopado anal se contró ADN positivo con Villalba", luego de que se determinara que la víctima había sido drogada con un potente sedante que le pusieron en la comida.
Sin embargo, la causa también tiene como sospechoso a Marcos Bazán. Con la declaración del mejor amigo de Anahí ante las fiscales del caso, un nuevo elemento ubica a la víctima con esa vivienda: la tijera escolar.
Es que un amigo de la víctima declaró que ese útil (que apareció en la casa de uno de los detenidos por el crimen) era suyo, pero que desde febrero pasado estaba en poder de la joven.
La tijera fue encontrada en la casa de Marcos Esteban Bazán. El 6 de agosto los perros de la Policía siguieron el rastro de Anahí desde el lugar en donde fue encontrada enterrada hasta la vivienda de Bazán, distante unos 300 metros. Desde entonces, el hombre permanece detenido.