Un año pasó desde el 6 de febrero en que la periodista y legisladora Débora Pérez Volpin falleció en el Sanatorio La Trinidad de Palermo, cuando le realizaban una endoscopía. Por la causa están imputados por "homicidio culposo en grado de coautores" el médico endoscopista Diego Bialolenkier, y la anestesista Nélida Inés Puente, quienes estuvieron a cargo del procedimiento en la clínica.
El periodista Enrique Sacco, quien fue pareja de Débora Pérez Volpin desde 2011, habló con PERFIL sobre cómo transitó su fallecimiento, la importancia del vínculo que mantiene hoy con los hijos de la conductora, y el pedido a la justicia de que resuelva la causa, para que finalmente se conozca la verdad de lo que sucedió. "Todos necesitamos vivir sin incertidumbres, y el juicio es una buena manera de empezar a procesar de manera definitiva todo lo que pasó con Débora", dice.
"Estoy convencido que para nosotros, como familia, va a ser una gran tranquilidad que esto se resuelva. Nosotros sabemos la verdad, lo que queremos es que esto se dirima en la Justicia y que se determinen las responsabilidades", cuenta Sacco en diálogo telefónico con este medio.
Débora Pérez Volpin: elevan a juicio el caso por la muerte de la periodista
La causa está a la espera de que se defina la fecha para el juicio oral, lo que se decidirá luego de que se concrete el pedido de las defensas de ambos profesionales de la salud: los abogados del endoscopista y la anestesista solicitaron que se convoque a otro cuerpo médico forense, para que responda inquietudes sobre los informes que elaboraron los peritos de la Corte.
Para el periodista, que integra la Superliga Profesional de Fútbol desde 2017, el proceso del duelo tiene que ver con los tiempos, con transitar la pérdida de Débora, y considera que "cada uno decide cómo llevarlo". "Yo elijo hacerlo desde los buenos recuerdos, desde la historia maravillosa que tuvimos, desde su legado que son su amor, sus hijos -Agustín y Luna- la familia, y todo lo lindo que construimos", dice.
En palabras de Sacco, que aún no haya una sentencia judicial firme deja algo "latente" en la familia, algo que no permite llevar ese proceso de duelo en total tranquilidad. "Que el juicio tenga fecha va a a ser un agregado fundamental para seguir transitando", sostiene.
Desde el fallecimiento de Débora hasta los últimos días previos al primer aniversario de su muerte, eligió no hablar públicamente sobre el tema. Esto, sostiene, tiene que ver con que si bien es un profesional de los medios, no quiso "asumir un protagonismo en esto". "Hablo porque creo que este es un homenaje a Débora. Por todo lo que fue, por el tremendo reconocimiento de la gente que la quiere y que la admira. Por ser mi pareja, mi amor. Es una manera de celebrarla", cuenta a PERFIL.
Después de su muerte, destaca que fue esencial el vínculo que mantuvieron firme con Agustín y Luna, hijos de Débora y su exmarido, Marcelo Funes. "Con ellos seguimos conformando un equipo los tres, y nos retroalimentamos. A mí me hace muy bien estar bien con ellos", dice.
El periodista considera además que esa relación que se consolidó entre los tres no es "casualidad", sino producto de lo que Débora "abonó en el terreno" cuando compartían cosas los cuatro como familia. "Ella permitió que esto ocurriera, aun en su ausencia. Eso para mí es maravilloso, una satisfacción hermosa que me da fuerzas para seguir y para que ellos conozcan la verdad, para que haya justicia", resume.
En ese sentido, cree que una de las formas de seguir adelante pese al dolor tuvo que ver con que “trataron de transformar todo lo negativo en energía positiva”. "Lo que pasó no lo puede manejar nadie, pero todo lo bueno vivido y el amor que tuvimos es eterno", considera.
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Homenaje. En el primer aniversario de su muerte, en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires descubrirán una placa en la Sala de Periodistas Mariano Moreno para recordar a Débora. El reconocimiento fue una iniciativa de los legisladores, Inés Gorbea, presidenta del bloque Evolución -del que era legisladora Pérez Volpin- y de Francisco Quintana, vicepresidente primero de la Legislatura de la Ciudad.
Para Sacco, ese reconocimiento nuclea las dos cosas que hicieron a Débora la gran profesional que hoy todos recuerdan. "Era una periodista de excepción, y en su corta labor dedicada a la función pública generó mucho respeto y credibilidad", concluye.
