Un grupo de vecinos de Parque Patricios, concentrados en la Asamblea en Defensa del Cine Teatro Urquiza, pelearon durante años para lograr que el espacio, ubicado en la avenida Caseros 2826 e inaugurado en 1921, no sea tirado abajo. En mayo de 2018 y gracias a un amparo, lograron llegar a un acuerdo y salvarlo. Sin embargo, ahora Establecimientos Campana, la empresa encargada de la demolición, les reclama 400 mil pesos por los daños que le provocó un recurso que presentaron.
“En 2013 empezamos con la lucha. El tema se dirimió en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) en mayo de 2018. En esa instancia, el dueño reconoció que tiene que cumplir la Ley Nacional de Teatros. En ese momento entonces se aprueba un proyecto de edificación donde se aclara que queda un espacio cultural debajo, el cual cumpla con las normativas y arriba el edificio que el privado quiere construir. El acuerdo se homologó en agosto de 2018 y los vecinos estábamos contentos y a la espera de que se empiece la obra. Ahora llegó la notificación del reclamo de los $400 mil y nos llama la atención”, contó a PERFIL Octavio Martín, integrante de la Asamblea en Defensa del Cine Teatro Urquiza.
“La empresa argumenta que el amparo que nosotros presentamos en su momento les generó daños y perjuicios. No entendemos por qué dicen que se les hizo un daño. El colectivo de vecinos ya está al tanto y, de ser necesario, haremos lo posible por juntar el dinero pero creemos que no hay lugar para que hagamos el pago de esa demanda. El acuerdo se hizo en el Tribunal donde hubo representantes de todas las partes: del privado involucrado; de los vecinos e incluso de la ciudad de Buenos Aires", agregó el representante. Allí, Oscar Campana, dueño de la Establecimientos Campana, reconoció el valor patrimonial del inmueble en cuestión.
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La ley. La Ley 14.800 protege a los teatros y cine-teatros de la Ciudad al establecer que todo aquel que demuela en forma total o parcial una sala deberá construir otra semejante en el plazo de un año. En ese sentido, Martín remarcó: "El Teatro Urquiza tenía 1.600 butacas, y en el proyecto presentado figuraba que el nuevo espacio tendría sólo 140. En ese momento el Gobierno de la Ciudad les tiró el proyecto para atrás por no adecuarse a la norma". Luego se siguió hasta lograr el acuerdo al que se llegó en 2018.
Por su parte, el presidente del Observatorio del Derecho de la Ciudad y abogado de la Asamblea, Jonatan Baldiviezo, explicó a PERFIL: "Para iniciar demandas de daños y perjuicios la ley exige que haya una mediación obligatoria. Allí, cuando se cita a los futuros demandados ya se tiene que establecer el objeto de por qué los va a demandar y el monto. A partir de allí comienza una negociación o mediación, y si no funciona se cierra y queda habilitado para realizar la demanda. No es una mediación ingenua, acá esta el reclamo claro y el monto por $400 mil. La empresa nos reclama ese dinero, y ya cumplió la instancia obligatoria, por lo que está habilitada para demandarnos".
Respuesta de la empresa. Consultado por este medio, desde Establecimientos Campana S.A. -a través de su abogado el doctor Guido Ezequiel Oclander-prefirieron no hacer declaraciones sobre el tema.
Preservación de patrimonio. No con el mismo conflicto que el del Cine Urquiza, pero en muchos lugares preocupa la desaparición de lugares históricos. Uno de esos casos se da en Tucumán. La directora de Patrimonio de la Provincia e integrante de la Comisión de Patrimonio, Mercedes Aguirre, aseguró en declaraciones al medio local La Gaceta: “Hay que ajustar ordenanzas municipales y la ley provincial, porque si seguimos con las demoliciones en el casco histórico perderemos la ciudad histórica. A nadie le interesa venir a Tucumán para ver Puerto Madero”.
En mayo de 2018 se demolió el excine Parravicini, ubicado en pleno centro de San Miguel de Tucumán. El edificio fue inaugurado el 5 de julio de 1923 y poseía un estilo francés, con palcos. El espacio marcó un antes y un después en la zona por su imponente belleza y por allí pasaron importantes figuras de la escena nacional.
El Ritz de Santa Fe. Otro caso es el del edificio Ritz, histórico lugar de la capital santafesina abandonado durante 24 años. En la actualidad, un proyecto propone que la construcción -ubicada en la calle San Martín 2766- pueda ser expropiada por el Gobierno provincial para luego ser utilizado con fines educativos. La construcción se inauguró en diciembre de 1928 y con el tiempo se constituyó en un emblema arquitectónico y cultural de la ciudad y, al igual que en el caso anterior, fue el centro de los acontecimientos sociales más importantes.
El diputado provincial, Julio “Paco” Garibaldi, autor del proyecto de ley, precisó en diálogo con medio local El Litoral: “Estamos convencidos de la importancia de este proyecto para Santa Fe. Por eso vamos a seguir trabajando para que próximamente el Ritz, un lugar con tanto valor para la ciudad, pueda reabrir sus puertas a todos los santafesinos. La idea es que sea destinado a proyectos de educación superior a través de institutos, para que desarrollen allí propuestas pedagógicas y curriculares de calidad”.
Archivo | “Hoy la tradicional confitería Richmond se convirtió en un monumento a la hipocresía”
La Richmond de Florida 468. Fue una tradicional confitería, ubicada en pleno centro porteño, que cerró en 2011. En 2014 reabrió sus puertas pero ya como un local de indumentaria deportiva. El lugar fue declarado por ley como "sitio histórico" por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y en el primer tiempo se mantuvo la barra original que iba desde la entrada hasta casi el fondo del negocio.
Al hacerse las reformas para el nuevo proyecto, se debía mantener el 10% de lo que fue el espacio originalmente. Sin embargo, en 2017 se presentó una denuncia dado que la barra; y algunos objetos históricos que quedaban allí, desaparecieron del lugar.
El inmueble fue construido por el arquitecto Julio Domal, formó parte del Área de Protección Histórica del microcentro y fue declarado como bar notable y bien integrante del patrimonio de la ciudad. Por allí pasaron Oliverio Girondo; Leopoldo Marechal; Ricardo Güiraldes; Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, entre otros.
