Ya adaptado al penal de Las Rosas y a la espera de la sentencia que decidirá que será de su vida en el futuro próximo -o no-, el ex relacionista “Gaby” Álvarez, tras las rejas por haber protagonizado en Punta del Este un accidente de tránsito que dejó el saldo de dos muertos, se posiciona cada vez más lejos del glamour que lo llevó a la cima y de la ciudad que supo conocer su histrionismo "fashion".
En una entrevista concedida al diario uruguayo El País , Álvarez contó que una vez que vuelva a la libertad se radicará en Uruguay y dejará atrás su faceta de relacionista público. " Mis planes son quedarme en el Uruguay a vivir, y en otro rubro, las relaciones públicas para mí no van más. Siempre me planteé objetivos en la vida, y los he cumplido. Este obstáculo que no elegí, pero que me puso Dios, lo voy a superar", asegura.
Si su trabajo lo llenó de “amigos”, su estadía en el penal le enseñó quienes son los verdaderos afectos. "Acá te das cuenta quiénes son tus amigos y quiénes no. Por suerte un montón de mis amigos nunca me dejaron", explica Gaby Álvarez, y repasa: Gustavo Cerati, Emmanuel Horvilleur, Adrián Dárgelos, Ricardo Piñeyro y Déborah del Corral. Mención especial dejó para Juan Cruz Bordeau, a quien definió como su "mejor amigo".
Rutina y compañías. “Gaby” divide sus días en Las Rosas entre el trabajo en la huerta, la meditación y el yoga. Y si bien su compañero de causa, su ex asistente Blas Coelho, está alojado en el mismo penal, es muy poco lo que se ven. Si mantiene, según su relato, una buena relación con el resto de los presos.
"Donde estoy viviendo no tengo ningún tipo de privilegios. Me caliento mi comida con una resistencia y un ladrillo", relata. “Acá no tengo problemas con nadie, entro a cualquier sector y soy Gaby, no `El Pelado` como dijeron algunos medios, no pago ningún peaje para nada", dice.
Sin embargo, no minimiza la experiencia: "Es muy difícil estar en una cárcel”. “Por un accidente me tocó estar acá, no fue algo pensado. Tanto mi compañero como yo no estábamos drogados, ni alcoholizados, ni nada por el estilo. Fue una fatalidad donde el dolor por las dos víctimas lo sufriré el resto de mi vida y por el respeto que merecen sus familiares", expresa Álvarez.