"La búsqueda de la identidad es una carrera desesperada". Así lo enfrenta y confiesa el periodista de La Cornisa, Hugo Macchiavelli, quien también es escritor, investigador y profesor especializado en crimen organizado, corrupción y terrorismo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca (USAL), España.
Durante una entrevista exclusiva con Perfil.com sobre el lanzamiento de su nuevo libro "Quién soy, una búsqueda de identidad", el periodista cuenta su historia, cómo se enteró que fue adoptado de forma ilegal y cómo fue investigar la trama de la adopción ilegal de niños en Argentina, "una mafia que", como él dice, "está bastante aceitada y cuenta con una enorme complicidad de la política".
Perfil: - ¿Cómo tomaste la noticia cuando tus padres no biológicos te contaron que habías sido adoptado ilegalmente?
Macchiavelli: - Cada vez más me doy cuenta de lo que me pasó pero todavía no caigo del todo. No fui del todo consciente cuando me enteré lo que significaba ser adoptado. Tiene que ver con cómo percibimos la realidad. Es lo que analizamos en nuestro inconsciente. Siento que hay algo más profundo. Me estoy re descubriendo a lo largo de una larga catarsis que me lleva a remover todo lo que fue mi vida. Creo en Dios y tal vez ahí hay un ángel que me ayuda a sobrellevarlo. Sentí un enorme alivio, no solo por mí, que en el fondo percibía que era distinto, sino por mis padres. Sentí mucho más amor por ellos, nos abrazamos, lloramos también, claro, y ese fue un segundo alivio porque sacaron una mochila que venían arrastrando hacía muchos años.
- ¿Cómo siguió esa relación?
- Esos años fueron maravillosos. No sólo por este episodio sino porque fue tiempo de restauración. Por esta misma razón me reencontré con ellos y pude amarlos, entenderlos, acariciarlos, llorar juntos. Antes hubo una etapa sombría antes de ese día que luego de la noticia no volvió.
- ¿Qué le dirías a Jorge Lanata o a alguien que al igual que vos descubrió que era adoptado ya de grande?
- Yo le diría que se tome su tiempo. Que no se vea influenciado por lo exterior. Por lo general, la mayoría de nosotros, descubrimos que somos adoptados cuando ya somos adultos y es un choque importante. En el barrio mio lo sabían todos menos yo. Mi primer reacción fue no hablar de eso con nadie. Después, con los días, me abrí con un amigo, al tiempo con el circulo más íntimo y después de muchos meses, surgió la necesidad de búsqueda de identidad. Tardo un tiempo en nacer pero pasa porque es la fibra más intima de uno. Lo mismo creo que probablemente le este pasando a él. Como en nuestro oficio, tenemos que ser honestos y buscar la verdad. Pero también es entendible que a más de uno el cueste descubrir la identidad, que es la sombra que te acompaña a todos lados durante toda tu vida. Investigarlo de afuera es totalmente distinto a hacerlo desde adentro. Uno inevitablemente se pone resistencia y en el fondo sabes que es temor, miedo a encontrarte con alguien parecido o algo que te de una imagen que no queres ver...
- ¿Cuánto sale alquilar un vientre? ¿Cómo se hace?
- Depende. Por lo general se maneja todo en dólares pero con 50 mil pesos tranquilamente el que tiene ese dinero puede acceder a un vientre tocando las teclas adecuadas a pesar de que la sugestión de identidad de un menor es un delito muy grave, se lo puede cubrir. En Argentina aún hay vacíos legales en cuanto al alquiler de vientres, no como en Estados Unidos. Aquí no esta ni permitido ni prohibido, pero, sin embargo, se puede acceder a uno siguiendo algunos trámites. Es un vacío legal que las mafias se aprovechan.
- Sin embargo te metiste a investigar un tema que es complicado de entender y de sobrellevar sobre todo por las historias que lo rodean..
- Si. Las diez historias que cuento en el libro son casos de adopción, casos que como yo, salieron del hospital donde nacieron con un certificado de nacimiento ilegal. Todo llevó más de un año. Firmé con la editorial (lo publica URANO) un mes antes de irme a un curso en la Universidad de Salamanca, como cuando uno produce hace coincidir las cosas, al momento de hacer la tesis pensé en unificar trabajos. Me fui con la idea de estudiar y seguí escribiendo sobre este trabajo que ya lo venía desarrollando. Obviamente cuando terminé lo despojé de todo lo académico para hacerlo libro. Darle otro lenguaje.
- ¿Cuál fue la historia que te marcó más, la que más te llegó?
- No pasa por cuestiones de cercanía pero hay una que me impacta por lo cruel y a al vez por lo esperanzadora, porque cuando hay maltrato de la identidad, de ese sello interior que nos sigue de principio a fin. afecta mucho a las personas. Es el caso de "Josecito" (todos son presentados con seudónimo para resguardar identidades). Es un nene que nació y cuando fue dado a sus padres adoptivos, una familia que parecía cumplir sus requisitos, la que sería su hermanita, es decir, la hija biológica del matrimonio, ante la necesidad que tenía el pibe de ser amado, la chica empezó a no quererlo a su nuevo hermanito. Ella le hacía bulling y le llenaba la cabeza a la madre en contra del chico a tal punto que el único que quedó en el medio fue el padre, que trataba de sostener todo, pero el grado de complicidad de la madre fue tal que hizo que lo devolvieran.
- Además de que hay más de tres millones de personas con problemas como este, ¿Hay más estadísticas?
- Ese es un número que casi todos manejamos por el censo anterior y por la información de diferentes organismos pero Argentina no es un país en el que existan mucho las estadísticas y justamente esta no es la excepción. Comparado con otros países estamos en el subdesarrollo total por dos razones: falta control (hasta Colombia tiene más control que nosotros en lo que refiere a la adopción), y además se necesita una nueva ley de adopción y un registro de padres adoptivos, sumado a la lentitud del Estado. Años se pasan los padres que cansados de la burocracia, caen en las mafias organizadas para poder adoptar.