Las salas de escape vivían un boom en los últimos años en la Argentina y en el mundo. Los también denominados “escape rooms” se convirtieron en uno de los pasatiempos predilectos y fuera de lo común a disposición del público. Sin embargo, la pandemia del nuevo coronavirus también se llevó por delante este rubro, como tantos otros.
Esta actividad consiste en que grupo de personas ingresa a una habitación, se encierra y en 60 minutos debe salir de la misma a base de resolver enigmas y rompecabezas. Con el aislamiento social, preventivo y obligatorio dictado desde el pasado 20 de marzo este juego ya no es posible. Y probablemente tampoco lo será, al menos tal y como estaba pensando hasta ahora, una vez levantada la cuarentena. La pandemia puso así en jaque a los dueños de las salas de escape que se vieron en la obligación de recorrer a su propia creatividad para reinventarse en tiempos de coronavirus.
Con el cierre de puertas, las salas de escape no tenían ingresos y debían afrontar los gastos de alquiler, sueldos y servicios. Algunas de las compañías vieron en Internet una opción para brindar un servicio similar para sustentar su negocio a la par que brindar una actividad diferente a la población, que se encuentra encerrada en su casa. De ahí surgieron diferentes alternativas.
No estábamos preparados para estar tanto tiempo sin actividad y teniendo ingresos 0, cuenta Danil Tchapovski
“Desde el 10 de marzo nosotros cerramos todos los locales porque sentíamos que la situación se estaba poniendo complicada y nuestro deber como empresa es cuidar a nuestros clientes y empleados. Sinceramente no creíamos que la pandemia iba a tomar semejante magnitud y no estábamos preparados para estar tanto tiempo sin actividad y teniendo ingresos 0 para afrontar todo esto”, reconoce Danil Tchapovski, fundador de Juegos Mentales.
De este modo, diferentes negocios se reinventaron y buscaron su estrategia particular para tratar de atravesar esta situación crítica.
“A los pocos días, con la intención de ofrecer un juego simple y gratuito a los jugadores que nos siguen en las redes sociales, nació una sala virtual llamada ‘Nostradamus Argentino’, con un formato que antiguamente habíamos utilizado para ofrecer descuentos para nuestras salas físicas. Funcionó muy bien, la gente nos pedía más propuestas. Es ahí que surgió la idea de hacer salas de escape virtual en formato de libro interactivo que tienen más acertijos, lo cual permiten jugar durante horas la aventura. También entendiendo que muchos de los ingresos de nuestros clientes había sido reducido, los ofrecimos durante la cuarentena a un precio muy económico”, explica a PERFIL Adrian Estoup, fundador de Escape Buenos Aires.
De momento, están disponibles tres salas de pago: “Escuela de Magia y Hechicería”, “Juego de Espías: Misión El Chacal” y “Academia Kenobi”. Desde Escape Buenos Aires aseguran que el feedback de los usuarios “fue muy positivo”. Ahora, preparan nuevas propuestas para incluir a un público más amplio, con temáticas menos específicas.
Lo único necesario para poder jugar a estas salas es conexión a Internet y un dispositivo electrónico, que puede ser una computadora, tablet o el mismo celular. La dinámica es la misma: resolver acertijos con la ayuda de los buscadores online, la imaginación y el conocimiento de la temática del juego hasta llegar a la solución. En el caso de quedarse atrapado, hay un fórum en la web que permite pedir una pista al gestor del juego.
Coronavirus y Salud Mental: la curva que no vemos
Por su parte, Juegos Mentales trató de reproducir en lo máximo de lo posible la experiencia a una sala de escape física, una modalidad que también ha sido elegida en negocios similares en Europa. “Desde enero nosotros veníamos formando una alianza con un grupo de chicos que se dedican al desarrollo de juegos online y por suerte hemos podido crear y lanzar al mercado un producto nuevo que se llama MindEscape. Se trata de juegos de escape en formato online”, explicó Tchapovski.
Para jugar a este producto se dispone de un tiempo límite (una hora, como en las salas de escape físicas), se requiere una computadora (en la que ver el libro virtual con los diferentes acertijos) y también un celular (al que pedir pista en el caso de ser necesarias). Esta opción permite conectarse con otros jugadores de otros lugares vía zoom y, de ese modo resolver en grupo los acertijos.
En este video explican de forma resumida el sistema:
La salud mental de las personas se vio afectada desde el inicio del confinamiento. En ese marco, Estoup considera que brindar opciones lúdicas a la gente parece ser una forma de hacer negocio a la vez que se contribuye a ayudar a la gente a evadirse de la situación: “En tiempos de cuarentena es importante tener una vía de escape a tanto bombardeo de las noticias. Las salas de escape virtuales son una excelente opción no solo para pensar en temas más divertidos, sino que muchos usan estos libros para estar en familia o vía virtual, para pasar horas resolviendo estos acertijos en equipo”.
Juegos Mentales así como otras empresas como Escape Games también ofrecen la posibilidad de adquirir tarjetas regalo con descuentos importantes, de hasta el 50 por ciento del precio original, para usar una vez finalice la cuarentena.
B.D.N.
