Tras la derrota electoral de noviembre de 2015, Daniel Scioli y Karina Rabolini tomaron rumbos separados en materia de romance. Una separación que, según algunos, venía de mucho tiempo atrás. Desde entonces, ambos fueron noticia más veces por sus relaciones que por la política.
El exgobernador bonaerense ocupó el quinto lugar en la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires de Unidad Ciudadana, el espacio que encabezó la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2017. Pero la tarea parlamentaria del motonauta ocupó menos espacio en los medios que su escandalosa relación con Gisela Berger, y otros romances que le atribuyeron.
La exprimera dama de la provincia no se quedó atrás. Después de que la vincularan con la familia Roemmers, ya que había mantenido un viejo amor con el empresario y poeta Alejandro Guillermo, Rabolini blanqueó un vínculo con quien fuera su jefe de prensa durante la fallida campaña de 2015, Ignacio Castro Cranwell.
En enero de 2017, la relación se mantenía en el bajo perfil. No solo para cuidar a Scioli, también por la delicada situación de Castro Cranwell. El exfuncionario había dejado su casa del barrio privado de Tigre, San Isidro Labrador, y a su mujer de toda la vida, María del Rosario Grazzini, de quien se separó y con quien tiene tres hijos. También por entonces tramitaba un pase al PRO: en 2016 consiguió un puesto como director de Relaciones Institucionales del ministerio de Educación porteño.
Para principios de este año, el romance con "Ini" parecía terminado, y Rabolini incluso dejó verse de nuevo con Roemmers. Pero parece que en la vida de la exprimera dama bonaerense todo vuelve: este domingo, se la vio muy romántica en un bar otra vez junto a Castro Cranwell. La imagen la subió a Instagram Carlos Gianella, un exfuncionario sciolista devenido en empresario. "Amigos mágicos", escribió @cdgianella. "Qué lindo verlos juntos otra vez", comentó Agustina Kampfer. ¿Habrá segunda vuelta?