“!Es una pelotudez descomunal!”. “No sé quién fogoneó todo esto”. “Es un disparate, ¿de dónde lo sacaron?”. Frases como éstas recibió PERFIL de parte de Ignacio Castro Cranwell en julio de 2016 cuando se le consultó acerca de una realidad que intentaba ocultar: si era cierto que estaba de novio con Karina Rabolini, pareja del ex candidato a presidente. Y lo era. La historia de la mujer que soñaba con ser primera dama y se enamoró en plena campaña de su propio vocero era cierta. Entonces, Castro Cranwell cambió directamente el tono de esos mensajes por el silencio: dejó de responder, incluso, a los periodistas con los que mantenía cierta relación de amistad durante la campaña electoral de 2015.
Hoy, a la luz de unas fotos publicadas por la revista Hola donde se lo ve junto a Rabolini en el centro de esquí de Villa la Angostura, continúa con esa postura y sólo responde los llamados y mensajes que desea. Ambos viven el amor puertas adentro. Ella también modificó su vida: dejó las redes sociales y cambió su número de teléfono.
Historia. La última imagen pública de Rabolini había sido el 22 de noviembre de 2015, en el hotel NH Bolívar, el búnker del Frente para la Victoria. Fue la noche en que el sueño de ser primera dama empezaba a desvanecerse. Estuvo ahí, parada frente a las cámaras, acompañando a Scioli al momento de reconocer su derrota. Ambos siguieron mostrándose como un matrimonio pese a que a partir desde ese momento dejaron de estar juntos.
En enero de ese 2015, Karina comenzó a compartir algunos momentos con Ignacio, su vocero, quien se incorporó luego a la campaña y se transformó en su sombra en las giras por todo el país. En esos viajes, dicen, habría comenzado la historia de amor.
El 15 de diciembre de 2015, la noticia de que ambos estaban juntos apareció en los medios. “Cada vez que le preguntaban él lo negaba, hasta se encargó y logró que el tema no se hablara más con varios periodistas”, cuenta a PERFIL una persona que trató con él durante la campaña. En 2016, Ignacio pasó a la filas del PRO: consiguió un puesto como director de Relaciones Institucionales del ministerio de Educación porteño. “Siempre fue un gran profesional, capaz de amoldarse a distintos terrenos políticos”, comentó otra persona que supo formar parte del equipo de comunicación de Scioli. Sin embargo, hay quienes dicen que consiguió su nuevo trabajo gracias a un salvavidas que le tiró su hermana, Sofía, esposa de Felipe Miguel, jefe de Gabinete de Horacio Rodríguez Larreta. “Lleva bien su trabajo aunque a veces hace agua. Cuando comenzó el conflcito docente este año, se manejó muy mal y lo corrieron del tema, a tal punto que tuvieron que centralizar con Nación directamente”, explicaron a PERFIL.
En los primeros meses de 2016, Cranwel dejó su casa en el barrio privado de Tigre, San Isidro Labrador, y a su mujer de toda la vida, María del Rosario Grazzini, de quien se separó y con quien tiene tres hijos. Grazzini fue contactada por PERFIL pero prefirió no hacer declaraciones sobre Ignacio. Psicóloga, desde su blog SimpleMente, hizo catarsis en abril del año pasado, cuando Cranwell decidió separarse. “En el cuento de mi vida de florcitas y vaquitas de San Antonio no había un capítulo donde el marido de la protagonista se daba cuenta de que ya no tenía más amor, decidía dejarla e irse”, escribió ella en un post titulado “Y un día el cuento dejó de contarse”. Y ese texo lo finalizó así: “Quiero recuperarme de a poco, empezar a levantarme y que el dolor sólo pase a ser un recuerdo, más no olvido”.
Boca y rock&roll. Ignacio tiene fama de galán. Tuvo varias novias antes de sentar cabeza con Grazzini, incluyendo a Pía Alderete, una de las hijas del ex titular del PAMI. Entre sus pasiones, están el fútbol –es hincha fanático de Boca– y la música: toca varios instrumentos e intentaba cantar, cuando lo dejaban, en los ensayos de una banda de rock que tuvo, llamada Proyecto Sofá. Llegó a tocar con su hermano, Sebastián Castro Cranwell, abogado y parte del estudio Cibils & Castro Cranwell, que tiene hoy entre sus principales clientes a los Messi. La firma lleva los trámites de la Fundación Leo Messi en las causas civiles y comerciales que tramita en la Argentina.
En House of Cards, Claire Underwood tiene un affaire con el hombre que le hace sus discursos. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia.