“La desfiguración de rostro, mi miedo al salir a la calle, los traumas y la depresión de verme así no me las saca nadie”, lamentó Agustina, una moza que fue atacada por un cliente en un bar de Mendoza. La joven de 21 años, recibió 20 puntos en la cara por el vaso de vidrio que le reventó el cliente y deberá someterse a una cirugía plástica.
El ataque ocurrió en la madrugada del lunes cuando dos hombres llegaron al bar “Maldito perro” y comenzaron a beber en una mesa de la vereda. Estas personas estaban borrachas y comenzaron a acosar a Agustina. Tras esto los encargados del lugar le pidieron a los hombres que se retiraran, pero incremento la violencia.
Cuando se pararon para irse, uno de ellos intentó llevarse un vaso del lugar y cuando le pidieron que lo devolviera se dio vuelta y lo reventó en la cabeza de la muchacha de 21 años. En un video puede verse cómo Agustina cae al suelo completamente aturdida mientras que los presentes intentan perseguir a los atacantes.
“Antes de ser agredida fui acosada y aun así tuve que seguir siendo ‘amable’ porque son mis clientes y siempre tienen la razón, porque de ellos depende mi trabajo y las reseñas en Google. ¿Entonces tengo que seguir aguantando el acoso? ¿Tengo que seguir haciendo oídos sordos a las cochinadas que dicen? ¿Aguantando malas caras? ¿Malos tratos de los clientes hacia todo los que trabajamos como mozos?”, consultó Agustina en Facebook donde compartió las fotos de sus heridas.
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“¿Qué tengo que decir ahora? ¿Gracias a Dios estoy viva? ¿Menos mal no fue peor? ¿Agradecer porque sólo fui sometida al acoso y a la violencia?”, lamentó Agustina Tramontana.
“Ayer fui yo, pero esto pasa constantemente en la gastronomía. Estoy cansada de esto, de la inseguridad, de que ya no pueda sentirme segura ni en el trabajo, porque siempre nos preocupamos por la ida o la vuelta y se suponía que el trabajo era el lugar seguro y ahora ni eso. ¿Ahora se supone que tengo que sentirme insegura en cualquier lado?”, continuó la moza.
“Tengo más de 20 puntos en la cara, el oído izquierdo sordo... Sin hablar de la cirugía plástica que tienen que hacerme. ¡Todo por un par de tragos, por unos bestias que no saben medirse, ni saben tomar!”, señaló en su crudo relato. “Me arruinaron la cara al punto de no poder verme en un espejo sin llorar, me hicieron mierda física y mentalmente y así como me pasó a mí les pasa a muchísimas personas que trabajan en el rubro, esto pasa todos los días no se crean que porque llegue a los medios es debut y despedida”, resaltó.
“La desfiguración de rostro, mi miedo al salir a la calle, los traumas y la depresión de verme así no me las saca nadie (...) Antes de ser agredida fui acosada y aun así tuve que seguir siendo ‘amable’ porque son mis clientes y siempre tienen la razón, porque de ellos depende mi trabajo y las reseñas en Google. ¿Entonces tengo que seguir aguantando el acoso? ¿Tengo que seguir haciendo oídos sordos a las cochinadas que dicen? ¿Aguantando malas caras? ¿Malos tratos de los clientes hacia todo los que trabajamos como mozos?”, concluyó.