Una estación de la Línea D se llamará Raquel Liberman: una mujer clave para desbaratar una red de trata en los años 30
Se trató de la iniciativa de la legisladora radical María Patricia Vischi para recordar a la joven polaca que emigró a Argentina a principios del siglo pasado.
Raquel Liberman |
cedoc
Raquel Liberman llegó a la Argentina con dos hijos y su marido, pero al poco tiempo enviudó y quedó en manos de una asociación criminal. Sin embargo, se atrevió a enfrentar a la red de trata de mujeres más poderosa de principios del siglo pasado en el país. Para recordar su figura, la estación Callao de la línea D del subte porteño llevará su nombre, gracias a una iniciativa de la legisladora radical María Patricia Vischi que explicó que en esa zona “Raquel pudo vivir en libertad”.
La Legislatura porteña aprobó el pasado viernes 8 de septiembre rebautizar a la estación "Callao" de la línea D de subte, que ahora pasará a llamarse “Callao - Raquel Liberman”. La propuesta obtuvo 53 votos positivos y 4 abstenciones de La Libertad Avanza (LLA).
Fue en 1929 cuando comenzaron a darse los primeros pasos para combatir la trata de personas en el país y, gracias a la denuncia que realizó Raquel Liberman, la Ley Nº 9.143, tuvo la primera aplicación efectiva y se logró desbaratar en el país la red de trata más grande de toda la historia.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Detrás de esa empresa criminal estaba Zwi Migdal, que “importaba” desde Europa del Este a jóvenes mujeres de origen judío, a fin de explotarlas en la prostitución. Raquel Liberman era una inmigrante polaca y cautiva a la que Zwi Migdal obligó a prostituirse por más de 10 años.
Al contar su caso, Liberman marcó el puntapié para derribar el negocio de la trata de mujeres en la Ciudad de Buenos Aires, luego de que unas 150 mujeres víctimas de trata, intentaran previamente y sin éxito requerir el auxilio de la justicia en sus casos. Finalmente, en enero de 1935 la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires cerró por Decreto los prostíbulos.
Su historia fue popularizada gracias a la novela “Argentina, tierra de amor y venganza” en el que la “China” Suárez la interpretó.
Raquel Liberman nació en Ucrania en 1900, en 1919 se casó con Yaacov Ferber. En 1920 nació el primer hijo del matrimonio y un año después, mientras Raquel estaba embarazada de su segundo hijo, Yaacov emigró solo a Argentina, para reunirse con su hermana casada y su cuñado en el pequeño pueblo de Tapalqué, en la provincia de Buenos Aires. Cuando Raquel y sus hijos Joshua David y Moshe Velvele (Mauricio) se unieron a Yaacov en octubre de 1922, él ya padecía tuberculosis y unos meses después murió.
Raquel quedó viuda a los 23 años con dos hijos, en un país desconocido y sin saber hablar español. En su desesperación por conseguir trabajo cayó en las manos de la red de trata más poderosa de la época, pero lo hizo con un trato: debían permitirle visitar a sus hijos periódicamente.
Tras cuatro años decidió comprar su libertad y abrir una tienda de antigüedades en Callao, pero nunca recuperó su tranquilidad porque sus explotadores no dejaron de acosarla, amenazarla y robarle sus propiedades. Fue entonces que en 1929 decidió realizar una denuncia.
Tras aquel primer intento de desmantelar la red de prostitución hubo otros y gracias a su decisión comenzó el procesamiento de más de un centenar de proxenetas y el quiebre de la inexpugnable red de prostitución en la Argentina. Raquel Liberman recuperó a sus hijos y los llevó consigo a Buenos Aires, pero a los 34 años enfermó de cáncer y murió el 17 de abril de 1935. Los chicos tenían 15 y 14 años.
