SOCIEDAD
derechos humanos

Hilario Bacca, nieto recuperado, consiguió conservar su nombre

Tiene 39 años y el fallo a su favor es el primero en el país. Para Abuelas, es Federico Cagnola.

Hilario Bacca, con 39 años, logró que la Justicia escuchara su reclamo.
Hilario Bacca, con 39 años, logró que la Justicia escuchara su reclamo. | Facebook

Tras 9 años de batallas judiciales, el nieto recuperado número 95, Hilario Bacca, logró su propósito: que la Justicia lo autorice a conservar el nombre y apellido que le dieron sus padres adoptivos. Con 39 años, el acompañante terapéutico arrecifeño recibió la noticia "con mucha emoción y muy feliz".

Hilario Bacca nació el 27 de febrero de 1978 en la ESMA. Para Abuelas de Plaza de Mayo él es Federico Cagnola Pereyra, el nieto recuperado número 95, hijo de Liliana Carmen y Eduardo. No obstante, él se crió con Cristina Mariñelarena y José Ernesto Bacca, de quienes en una entrevista exclusiva con PERFIL expresó ser "su hijo del corazón".

A pocos días del inicio de la feria judicial a fines de diciembre, el Tribunal Oral Federal Nro. 4 falló a favor de Hilario y lo autorizó a seguir usando el nombre que le dieron sus padres adoptivos. La sentencia no se encuentra firme, dado que podría ser apelada por la querella. En ese caso, la Cámara Federal determinará si puede conservar su nombre y apellido o deberá cambiarlos, tal y como reclama desde hace años la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo. 

Así lo expresó el abogado de la entidad Alan Iud a PERFIL en una entrevista exclusiva en 2015: “Nuestra posición es lo que dice la ley. La ley no contempla una posibilidad como la que plantea Hilario, de todas formas si tiene a su alcance los recursos legales para hacer un planteo que crea pertinente, que lo haga”. Tras el fallo del TOF4 se podría sentar un precedente importante en la Justicia. 

En noviembre de 2015 la Cámara de Casación dio lugar a un pedido de la querella y fiscalía para que se resolviera el cambio de identidad en el fuero penal y no en el civil, como se había dictado en la primera sentencia en la que sus padres adoptivos o "apropiadores" fueron condenados. Eso provoco el enojo de Hilario que veía con pesimismo como su voluntad no se respetaría. 

"Yo vengo negándome a pagar a un abogado para que me defienda en esta causa donde el mayor responsable es el Estado, donde no puede ser que sea una víctima para el tribunal, un número para las Abuelas, un trofeo de guerra para el pueblo y que no tenga un derecho mío que sea válido, porque vale más el derecho de cualquiera que el mío", expresó a este medio hace dos años. 

Sin rendirse, acudió a la Justicia para informar que no tenía ninguna intención de dejar de usar su nombre. Fue entonces cuando solicitó que el Estado le designara un abogado para que lo representara en su reclamo. Aunque en un primer momento se lo negaron, finalmente la Defensoría del Pueblo accedió a que uno de sus letrados aceptara el caso. El pasado diciembre los esfuerzos de Hilario dieron sus frutos: salió el fallo que le dio la razón.