SOCIEDAD
relaciones desarmonicas

Las ventajas de las parejas que son desparejas

<p>Lucen tan distintas que llevan a que los demás se pregunten cómo funcionan, pero hay numerosos casos famosos y de &ldquo;gente común&rdquo;.</p>

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Cuando se habla de una pareja desarmónica, no sólo se refiere a las diferencias físicas, como de estatura o de belleza, o a las diferencias de edad. También son inarmónicas cuando las personas tienen distinto temperamento, cosas que se ven a simple vista, como que uno de ellos luce muy serio y el otro muy alegre, o ella es más parca y él extremadamente locuaz.

En los últimos días, la combinación de la vedette Andrea Rincón con el cantante del grupo Miranda, Ale Sergi, dio que hablar. Ella es más alta que él, tiene un físico exuberante y una personalidad explosiva. En cambio, él está dedicado a la música, mantiene un perfil más bajo y es menudo. En principio, muchos preguntarían qué tienen en común o qué los une, cuando resaltan tanto las diferencias.

Rincón-Sergi es quizás el último eslabón de una serie de parejas que cuenta con muchos antecedentes ilustres y también en ficciones, como la Bella y la Bestia, Cenicienta y el príncipe, el Groncho y la Dama.

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La pregunta que se hacen todos es: ¿cómo se atraen dos personas tan distintas? Los especialistas consultados por PERFIL coinciden en que las diferencias entre las personas pueden ser muchas veces los conectores para formar un vínculo con el otro.

La psicóloga Laura Joselevich señala que las parejas inarmónicas no son nada nuevo. “Los rasgos de personalidad que son la contradicción del otro producen cierta atracción de pareja. Poder complementarse resulta una herramienta para mantener el amor. Es por eso que la idea preconcebida de que en el amor los opuestos se atraen tiene una historia de siglos”, dice. Joselevich está segura de que “estar con alguien que hace las cosas o ve el mundo de manera opuesta puede resultar muy atractivo, y si se aprende a valorar el idioma del otro la relación de pareja se va a ver beneficiada”.

Historias. Ericka es vegetariana desde los 15 años, tiene un carácter alegre y es amante de la vida al aire libre. Las vueltas de la vida hicieron que se enamorara de Sebastián, un chico tímido, amante de las computadoras y fanático de los asados. “Somos muy distintos. En nuestra primera cita me llevó a comer a una parrilla; él estaba feliz, pero yo tuve que comer pastas. El pasa mucho tiempo programando y yo prefiero ir a caminar o salir, pero logramos combinar actividades para que ambos la pasemos bien”, cuenta.
Si bien su entorno los reconoce como diferentes, nada parece limitar su relación. “Nos damos cuenta de que somos distintos pero sabemos que eso es lo que nos mantiene juntos, porque aprendemos y nos divertimos conociendo el mundo del otro”, dice.

Otro caso es el de Diego y su novia Agostina. Su desarmonía también pasa por sus distintos estilos de vida. El se dedica a la música y ella es tripulante de cabina de avión. “Tenemos vidas y horarios muy distintos. Yo estoy todo el día con mi banda o coordinando otros grupos de música y no tengo horarios fijos. Ella es más estructurada. Tiene su agenda programada de vuelos y es más organizada con su vida. Creo que el amor supera todo tipo de diferencia y por eso seguimos juntos”, asegura Diego, quien convive hace más de dos años.

La búsqueda de la relación ideal, o incluso la búsqueda de la “media naranja”, es algo que según la licenciada en neurolingüística Paula Sudacov tenemos incorporado socialmente, aunque luego encontramos un opuesto que encaja mejor. “Muchas veces los opuestos atraen porque justamente hay algo en ese otro diferente que tiene mucho que ver conmigo. Los opuestos pueden desarrollar características funcionalmente complementarias y sobre eso se estabiliza el vínculo”, dice.

Por último, para el sexólogo Walter Ghedin, “las parejas actuales ya no son la imagen que nos acostumbramos a ver en las tiernas relaciones de nuestros abuelos y padres, donde se encubrían sutiles comportamientos de sumisión y dominación”. Y concluye: “Existen diferentes formas de combinación de personas, pero lo importante para que el vínculo sea exitoso es que haya paridad. Hay amores signados por diferencias antagónicas, y sin embargo funcionan. La capacidad para adaptarse a las modalidades del otro es infinita, siempre y cuando predominen el deseo, el amor y el respeto mutuo”.

 

Extravagantes del mundo, unidos

Las diferentes uniones son muestras de que el amor en algunos casos le gana a cualquier prejuicio social.

Incluso en el mundo de las celebridades se pueden citar ejemplos de este tipo de relación porque no todas las relaciones de la farándula son la típica pareja que emula a los muñecos de torta de bodas. Lejos de eso, sobre las que más se comenta son aquellas cuyas marcas diferenciales están a la vista de todos.

En el ambiente local se puede recordar la pareja de Jorge Guinzburg (fallecido en 2008) y Andrea Stivel por su notable diferencia de altura. También otro ejemplo son el periodista veterano Santo Biasatti y la actriz Carolina Fal. Gente de su entorno asegura que mantienen un buen vínculo pese a sus distintos temperamentos, sin olvidar que tienen treinta años de diferencia de edad.

Hay más ejemplos de vínculos inarmónicos internacionales. Por ejemplo, la modelo y actriz Kim Kardashian y su pareja Kris Humphries, jugador de basketball. Ella mide poco más de un metro sesenta y él supera los dos metros. La diferencia de altura no impide que se demuestren su amor.

Otra relación es la de Woody Allen y Soon Yi, que no sólo era la hija adoptiva de su ex, Mia Farrow, sino que además hay entre ellos 34 años de diferencia. También en esa línea está la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James, que se casó con Alfonso Díez, y mantienen 24 años de diferencia.