Los proyectan durante meses. Terminar cada uno de ellos, con todos los detalles y el tallado (que se hace de manera artesanal), puede llevar de una semana a diez días. Y todo este trabajo para que se rompan en cuestión de segundos. Los huevos de Pascua premium, verdaderas obras de arte, esculturas en chocolate, son la “nueva obsesión” de los pasteleros de los principales hoteles de la Ciudad, que se desafían año a año para lograr las más originales creaciones.
Beatles. En el lobby del Hilton Buenos Aires se puede ver una de las versiones más sorprendentes de los Beatles: huevos de Pascua, tallados en chocolate blanco con el look de Sargent Pepper. Gustavo Nari, chef pastelero del hotel, junto a un equipo de 11 personas, es el responsable de esta propuesta. “Me encantan los Beatles, por eso cuando empezamos a pensar opciones originales surgió esta idea. Es un trabajo para fanáticos. Los hice de noche. Cuando terminaba el servicio y la cocina estaba más tranquila, me ponía a tallar el chocolate”, explica Nari. “Siempre queremos ir por más”, agrega Pablo Barbero, el chef ejecutivo del hotel. “Es la primera vez que se hace un homenaje a los Beatles en chocolate”, asegura.
De oro y 3D. La propuesta del holandés Remy Kuijken, jefe de pastelería del Alvear Art Hotel, también busca romper los moldes. Creó huevos con forma de ananá, bañados con oro comestible, que colocó dentro de otro huevo de chocolate calado, para lograr un efecto tridimensional. “Queríamos hacer algo que no se haya visto en Argentina. La idea es esa, que tengas una joya hecha con chocolate belga como centro de mesa en tu casa y al finalizar la comida puedas romperla”, comenta.
Matrioskas. “La Pascua es una de las celebraciones que más me gustan. Hace seis años que estoy en el hotel y siempre pensamos algo distinto. Esta vez nos inspiramos en Rusia, en la dinastía Romanov. Hicimos huevos y también macarons pintados”, explica Damián Betular, chef ejecutivo de pastelería del Duhau-Park Hyatt.
Hace seis meses que están trabajando en el proyecto de las matrioskas (la más grande pesa 3 kilos y ½) y los huevos inspirados en la clásica cerámica rusa gzhel. “Primero se hace el huevo, que puede ser de chocolate blanco, con leche o semiamargo. Se deja reposar 48 horas y después lleva dos días de pintado. Otro día se hacen los toques dorados, y por último, el ‘baño de luz’, que le da un brillo que parece cerámica o madera”, comenta. “Buscamos contar una historia, armar un escenario, y para nosotros también es una oportunidad para divertirnos”.
Alfajores temáticos
Otra opción original para estos días son los alfajores de Pascua, con forma de conejos y huevos. Su creadora es Loli Palazzo, de Tan Rico Patisserie. “Mis alfajores son un hit, entonces decidí hacerlos versión Pascua, que son una alternativa original y accesible”. Hechos con maizena, tienen varios sabores además del clásico con dulce de leche: de naranja rellenos con ganache de chocolate, de cacao con Nutella y maracuyá, o de vainilla con centro de chocolate blanco y frambuesa.