SOCIEDAD

Los errores en la investigación del caso Arruga

Los enumeran dos abogadas del CELS, en relación a la desaparición del joven en 2009.

Luciano tenía 16 años cuando desapareció el 31 de enero de 2009.
| Cedoc

Las abogadas Paula Litvachky y Eva Asprell acompañan a la familia de Luciano Arruga como particular damnificado, desde el Centro de Estudios Sociales y Legales (CELS): "La familia decide venir a charlar con nosotros a ver si nosotros los podemos acompañar en el litigio del caso, a darle visibilidad, acompañarlos institucionalmente porque era un momento en que el caso estaba en absolutamente negado", recuerda Litvachky. 

"Después de tanto tiempo, con la experiencia que nosotros tenemos en casos complejos, lo que vemos es que en esos primeros meses (de investigación, en 2009) se perdió la gran oportunidad", asegura la abogada.

A su entender, "el Ministerio Público hizo todo mal. La primera fiscal Roxana Castelli, que estuvo involucrada en el caso, puso a la propia policía bonaerense a investigar y desde el gobierno provincial se lo negó. Entonces, claro, quedó todo blindado en una especie de omertá, de pacto de silencio donde no se puede saber qué fue lo que pasó, excepto algunos indicios que uno puede sacar de la poca investigación que hay”.

El CELS junto a la familia Arruga y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) militan para que el caso de Luciano sea investigado como desaparición forzada: "Lo que se hicieron en los últimos meses fueron medidas de prueba. Un trabajo en el predio, de búsqueda de rastros, en los móviles y también en el Destacamento con respecto a rastros humanos", precisa Asprella.

“Hacer esos peritajes dos años, dos años y medios después, sabíamos que había muchas posibilidades de que no arrojara ningún resultado positivo. Por eso, cuando Paula dice que los primeros momentos de la investigación eran determinantes, nos referimos a eso: cuando uno está buscando qué le pasó a Luciano, quiénes son los responsables, los primeros momentos hubieran sido determinantes para encontrar esos rastros, para buscar testigos que hubieran visto algo.

Ambas abogadas del organismo sostienen que la investigación paralela que encabezan desde el CELS y APDH "apunta a romper con el silencio, más allá del litigio concreto"

(*) de la redacción de Perfil.com