Las escuelas que funcionan en los establecimientos penitenciarios de la provincia de Buenos Aires están abiertas. Con el objetivo de reforzar los contenidos que perdieron en los últimos dos años por la pandemia, los detenidos que cursan los niveles primarios y secundarios retomaron las clases en enero, una situación inédita en las cárceles bonaerenses.
La medida fue dispuesta por la Dirección General de Cultura y Educación a partir de la implementación del programa "Verano + ATR", que también funciona en los distintos establecimientos educativos de la Provincia.
Según fuentes penitenciarias, el plan está destinado a los alumnos "que no alcanzaron los objetivos durante el 2021 y para quienes estén interesados en diferentes aprendizajes".
Para la implementación de este programa en las cárceles se realizó una mesa de trabajo virtual con autoridades del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y los delegados de educación de cada una de las unidades. Cabe señalar, que es la primera vez que los detenidos podrán reforzar contenidos en los meses de enero y febrero.
En la reunión se estableció que cada establecimiento carcelario contará con dos turnos a la mañana y dos a la tarde con un cupo de veinte cada uno, por lo que hasta ochenta alumnos podrán acceder al Programa. En tanto, los docentes coordinarán las clases de manera presencial con el respeto de todos los protocolos vigentes por el Covid-19.
Hijo docente y papá preso
Este miércoles, veinte detenidos alojados en la Unidad Penitenciaria Nº 10 de Melchor Romero, en el partido de La Plata, tuvieron su primera clase con una particularidad: el profesor de educación física es el hijo de uno de los alumnos.
Claudio, el papá del docente, contó que se inscribió voluntariamente a “Verano +ATR” y detalló: “Me anoté porque me interesa aprender. Siempre pensé que podía terminar la escuela en la calle, pero nunca creí que iba a poder hacerlo acá, en esta situación. Lo que más me gusta es matemática y quisiera estudiar una carrera universitaria relacionada a eso, como contador”.
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La directora de Educación del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, Yamila Olariaga, celebró el comienzo y expresó: “La recepción fue muy buena y estamos trabajando en todas las Unidades para todas y todos los privados de la libertad alcanzados por el Programa”.
Por su parte, la coordinadora de Escuelas de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Rosana Arrieta, quien también estuvo presente en el reinicio de clases, explicó que “si alguien no está inmerso dentro del sistema educativo formal, pero quiere sumarse a la propuesta, puede hacerlo con el objetivo de acercarse a la escuela”.
De acuerdo a un informe oficial, en el 2021 la matrícula escolar al finalizar el año de las personas privadas de libertad en el ámbito del SPB fue de 12.916 alumnos, y de los últimos cuatro años se logró el número de egresados universitarios más alto.
LN / ds
