La beba Luz Milagros Verón, rescatada por sus padres de una morgue tras ser dada por muerta en el Hospital Perrando de Resistencia, regresó hoy a Chaco junto a su madre tras ser asistida durante más de dos meses en Buenos Aires, y continuará su recuperación en un centro pediátrico local.
La niña y su madre, Analía Boutet, fueron recibidas en el aeropuerto de Resistencia por el gobernador Jorge Capitanich y trasladadas desde el avión sanitario al Hospital Pediátrico Avelino Castelar de Resistencia, donde fue internada en una sala de aislamiento del sector de terapia intensiva.
La beba llegó al aeropuerto internacional de Resistencia pasadas las 10 a bordo de un avión ambulancia de la empresa Aerovida SA contratado por la gobernación chaqueña.
La niña nació el 3 de abril en el Hospital Perrando de Resistencia y fue declarada muerta por los médicos que la asistieron, tras lo cual sus padres la hallaron con vida en la morgue del establecimiento.
El ministerio de Salud Pública del Chaco informó que el traslado desde el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde estuvo internada durante diez semanas, al Hospital Pediátrico de Resistencia, se desarrolló con "normalidad". El director subrogante del Hospital Pediátrico, Hugo Ramos, señaló que la niña se encuentra "estable", pero advirtió que su cuadro general de salud es "grave", por lo que "permanece con asistencia respiratoria mecánica con parámetros intermedios", al tiempo que "continúa con un tratamiento para hemorragia digestiva alta".
Ramos aseveró que la beba, de cuatro meses, "toleró en forma correcta el transporte" aéreo, y precisó que "se encuentra con parámetros de oxigenación acordes con su patología".
Además, precisó, hoy la niña comenzará a recibir nuevamente alimentación por gastrostomía y medicación polivitamínica necesaria para su crecimiento. El profesional indicó que Luz Milagros seguirá con su rehabilitación de acuerdo a los lineamientos trazados por el Hospital Italiano y dijo que "se intentará la externación hospitalaria" en caso de que logre las condiciones necesarias para "mantener el tratamiento en su domicilio".
Por su parte, Boutet expresó su felicidad de retornar al Chaco y también su expectativa de que "el tratamiento sea lo más corto posible" para llevar a su hija a su casa, "porque Luz necesita estar con sus hermanos".
Poco antes de partir hacia Resistencia, cuando por el canal de noticias TN se le preguntó sobre otros cuidados que podría necesitar la niña a partir de que reciba el alta, Boutet advirtió que para saberlo "habrá que esperar que deje el respirador y ahí se irá evaluando", aunque estimó que, al menos, precisará "tratamiento en kinesiología" para "estimularla más".
En cambio, rechazó dar detalles sobre las secuelas que podrían quedarle a su hija a raíz de haber nacido prematura y haber pasado unas 12 horas en el refrigerador de la morgue, tras ser dada por muerta.
En ese sentido, recordó que en un momento los médicos consideraron que quedaría con daño neurológico, pero "también dijeron que no iba a vivir, también estuvo muerta, pero está viva, que es lo importante, lo demás Dios lo hará e iremos viendo".
Por otra parte, respecto de los médicos que declararon muerta a la beba, rechazó definir si recurrirá a la justicia y opinó que cada persona "paga desde adentro" y quienes cometieron ese error "tendrán remordimientos si saben que hicieron algo mal, después veremos".
Finalmente, Boutet reiteró su agradecimiento al gobierno de Chaco que, destacó, "siempre estuvo" junto a su familia y se hizo cargo del tratamiento médico y de darle "una nueva casa" a su familia, que aún no pudo ver porque permaneció las 10 semanas de internación junto a su hija en Buenos Aires.
