"Me quiero matar, es mi mejor opción": el crudo relato de una víctima del bullying
Un joven de 14 años dejó una carta a sus compañeros de clase donde señaló que no aguanta más la burla que recibe y que piensa en suicidarse.
Víctima de bullying |
Agencia Shutterstock
Una víctima del bullying generó conmoción por una carta que le escribió a sus compañeros en la reconoció que las burlas que recibía le generaban ganas de suicidarse. “Me quiero matar, siento que es mi mejor opción. No tengo amigos”, escribió.
Se trata de un chico de 14 años del Área Metropolitana de Buenos Aires, según contó el diario La Nación. En su carta titulada “Cómo me siento :D”, el joven escribió que su “mente no está bien”. “Me siento un enfermo mental, que cada día empeoro. Cada día que pasa siento que me moriré más y más”, relató.
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“Creo que me suicidaré a los 18 ya que no tendría ningún objetivo en mi vida de mierda y ahora me pregunto ¿realmente estoy bien? Perdón si no se entiende la letra”, cierra la carta este joven de 14 años.
En otro pasaje de la carta, el alumno, de quien se preserva la identidad frente a esta situación, contó: “Estoy cansado de llorar y sufrir. Solo necesito decir todo esto, pero tengo miedo a la burla, al rechazo social, a quedarme solo. No quiero estar solo, ya estoy cansado”
La pandemia potenció los casos de bullying virtual
“Durante la pandemia, los chicos, al estar más conectados a sus redes, generaron nuevos modos de vincularse. Algunos que los acercaron mucho y otros que, tal vez, generaron más problemas que los que tenían”, introdujo María Zysman, licenciada en psicopedagogía, dirige la agrupación ‘Libres de Bullying’, en diálogo con PERFIL.
“Creo que me suicidaré a los 18 ya que no tendría ningún objetivo en mi vida de mierda. Perdón si no se entiende la letra”
“Por otro lado, al regresar a la presencialidad algunos hábitos se perdieron. Entonces los chicos, a veces no saben jugar con el otro, un otro que tiene un cuerpo, un olor y una presencia distinta a la que tenían en las redes”, explicó.
“Los padres pretenden que todo vuelva a ser como antes de una manera inmediata y no dan tiempo para hablar, averiguar cómo se siente el niño, qué amigos recuperaron, cuáles perdieron o qué amigos nuevos hicieron y eso genera un escenario propicio para los problemas”, analizó la especialista.
