Y llegó la final nomás. Después de diez días a puro tango y milonga en las más de treinta sedes del Tango BA Festival y Mundial 2023, ayer se disputaron las finales de las categorías Tango Pista, la tradicional disciplina que se baila en las milongas porteñas, y Tango Escenario, solo reservada para los profesionales del 2x4. En la jornada también se premió a las parejas que participaron en la categoría Tango Senior, de más de 55 años.
La primera pareja premiada fue en la Categoría Senior. Se trató de Sergio Decrin y Sandra Leal, de Rosario.
En la categoría Tango Pista /Salón se alzaron con el primer puesto Suyay Quiroga y Jhonny Carvajal, representando a la Ciudad de Buenos Aires. Esta pareja fue también la ganadora del Campeonato de Tango de la Ciudad.
En la categoría de los profesionales, Escenario, otra pareja porteña se quedó con el primer lugar. En este caso se trató de Bruna Estellita y Julián Sanchez.
En total compitieron 40 parejas en la categoría Tango Pista o Salón, y 20 duplas en Escenario, que buscaron erigirse como los mejores referentes de la música que mejor refleja el espíritu de la porteñidad. Además de “los créditos locales”, en la final también participaron parejas del interior del país y de Japón, Indonesia, Corea del Sur, Italia, Rusia, Países Bajos, Armenia y Colombia, entre otros países en los cuales el tango “caló hondo”.
Como en todas las ediciones, la competencia estuvo presidida por un jurado de reconocida trayectoria internacional, que evaluará el abrazo, la musicalidad, el respeto por la circulación dentro de la pista y, sobre todo, la personalidad de la pareja y la actitud de los bailarines. En el caso del Tango Escenario, los jurados suelen tener en cuenta el vestuario, la obra elegida para bailar, la técnica, la teatralidad, y los principios y finales del baile.
La edición 2023 del mundial de tango, que formó parte del Tango BA Festival, el evento organizado por el Ministerio de Cultura porteño y cuya dirección artística estuvo a cargo de Natacha Poberaj, se caracterizó por celebrar los veinte años de su creación y la participación de quinientas noventa parejas del país y del mundo, récord absoluto desde su puesta en marcha.
La final arrancó puntualmente, a las 16, en tanto que la categoría de Tango Senior (más de 55 años) comenzó a bailar sobre el escenario instalado en Diagonal Norte y Suipacha, con el Obelisco de fondo, 15 minutos después.
De todas maneras, y pese a que la final “daba puertas” a partir de las 15.30, desde el mediodía (cuando se despejó el cielo) el público fue ocupando los mejores lugares de “la platea de casi dos cuadras de extensión” para no perderse ningún detalle de esta finalísima de la danza porteña y del gran show de cierre que estuvo a cargo de tres figuras del tango reconocidas a nivel mundial, tales como Amelita Baltar, José Colángelo y Raúl Lavié.
El final estuvo a cargo de las voces de Raúl Lavié y Amelita Baltar.
Al ritmo del 2x4. Entre las cuarenta parejas de la categoría Tango Pista se destacó la dupla porteña conformada por Diego Churquina y Mariel Filadoro, quienes se presentaban por sexta vez en el certamen en representación de Buenos Aires. “Este año las parejas están muy bien preparadas. Hay parejas que vienen trabajando con coaches o maestros desde hace varios meses para este mundial”, afirmó Diego, durante su charla con PERFIL. “En esta oportunidad nosotros trabajamos más en lo emocional, en lo que se siente, y en lo que se ve desde afuera como pareja. Sentimos que estamos en un muy buen momento para bailar y competir. Nos tenemos mucha fe para ganar”, concluyó Diego, el bailarín nacido en Jujuy.
Por su parte, Federico Ibáñez y Nuria Lazo bailan juntos desde hace 15 años y representan en el certamen a la localidad de General Pico, La Pampa. Llegan a la final de Tango Escenario desde las rondas clasificatorias y bailarán una versión en vivo de Pasional, de Rubén Juárez. “Este año sentimos que la competencia es difícil. Hay muchos amigos, colegas que son muy profesionales. Pero nuestro fuerte es la comunicación que tenemos como pareja de bailarines. Nos miramos y sabemos hacia dónde vamos, señaló Federico, camino a la competencia. “Nuestra coreografía está inspirada en lo sentimental. Cómo los bailarines podemos sostener desde una cuestión interpretativa algo mucho más elemental. Tiene que ver con lo interior más que con el movimiento. Con lo que pueda ver la otra persona, en este caso el jurado. Creemos que esto puede ser un puntito a favor”, agregó.
Desde hace 18 años Ariel Legizamón y Yésica Esquivel bailan juntos y se conocen a la perfección. Casi pueden bailar con los ojos vendados y ya saben qué va a hacer el otro. “Tenemos todas las fichas a lo que somos como pareja profesional. Apostamos a nuestro talento y disfrutamos todo lo que nos rodea. Vamos a bailar y mostrar lo que somos hoy como pareja de bailarines”, afirmó Yésica, la bailarina que junto a su pareja representan a Tigre. “Llegamos desde la clasificación. Es la quinta vez que participamos y es la quinta vez que llegamos a la final. Cuando bailamos disfrutamos lo que hacemos, además nos conocemos muy bien, podemos bailar con los ojos vendados, que nos conocemos muy bien. Sabemos lo que va a hacer el otro”, completó.
