Uno de los detenidos por el crimen del taxista que revolucionó la ciudad santafesina de Rosario se quebró y declaró que no fue su intención asesinar a Sergio Oberto. "No lo queríamos matar, solamente no pagarle el viaje. Se enojó, me manoteó el pantalón y le clavé los puntazos", expresó Carlos Sánchez Ortiz.
Además de Sánchez Ortiz quedó detenido otro joven de 17 años que se encontraba en la escena del crimen al momento del asesinato, que ayer provocó un paro general en reclamo de mayor seguridad. Los dos menores, según informó el diario La Capital , estuvieron anoche hasta altas horas en Tribunales.
Según una fuente consultada por el medio provincial, la noche del crimen los dos muchachos estuvieron en la plaza Alberdi tomando cervezas y ansiolíticos. Alrededor de la 1 de la mañana, subieron al taxi de Oberto y le indicaron el destino. Sanchez Ortiz contó que al llegar quisieron bajar sin pagar, “y el tipo se puso como loco". "Pipón abrió la puerta y se bajó corriendo", recordó el muchacho.
"Cuando yo quise bajar el taxista me agarró del pantalón y me empezó a decir que le pagara. Forcejeamos y ahí saqué la sevillana y se la clavé", habría confesado el chico de 18 años, que después del crimen se bajó del vehículo y comenzó a correr.